Sigue a la primavera y precede al otoño. Es cálida, pero también peligrosa. Llueve, sí, a veces llueve, pero, sin lugar a dudas, impera más el calor que agobia y corrompe. Los días son más largos y las noches más cortas. Es el verano y la impresión de que todo es dulce, efímero, intenso, agobiante y doloroso.
La percepción es de un peligro inminente; más, cuando el amor llega de imprevisto y se entromete en los planes e intenciones de un futuro inmediato y a largo plazo. Enamoramiento y verano es una trampa mortal. Bien se presiente que todos y cada uno de nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos vivido en carne propia algo que se nombra como el inolvidable amor de verano.
La mayoría de las ocasiones, se apega a la estación del año en la que se da: es dulce, pero, sobre todo, efímero, intenso, agobiante y doloroso.
Los deportes suelen ser espejo de la vida real y, una vez más, en el Rey, que es espacio de epopeyas modernas sin ningún tipo de segregación, podemos ver un ejemplo de ello.
A pocas semanas de la edición número 120 de la Major League Baseball (MLB), el mexicano Javier Assad está en una encrucijada en la que su futuro aún pende de un hilo. Es resiliente y se opone, con base en el esfuerzo y dedicación, a la rendición absoluta. Sin embargo, está consciente de que la decisión final está fuera de su alcance.
“No es fácil pero siempre tratamos de dar lo mejor de cada uno para ser un equipo. Uno solo tiene que concentrarse en cada práctica y cada pitcheo, dentro y fuera del terreno de juego. El resto se lo dejamos a los dirigentes que arman los equipos, los que dan las órdenes”, mencionó en una entrevista para ESPN.
Javier Assad, de 26 años de edad, vive un idilio con los Cubs de Chicago. Su historia en las Ligas Mayores comenzó en 2022, cuando registró una efectividad de 3.11 en un espacio de 37.2 entradas. En 2023, un año después, se consolidó por completo con una efectividad de 3.05 en un espacio de 109.1 entradas.
De por vida, el tijuanense ostenta un récord de siete victorias y cinco derrotas con una efectividad de 3.06 en 41 juegos. Además de 18 aperturas, suma 124 ponches en 147.0 innings de labor.
Su futuro es prometedor, sin embargo, son tiempos de cambio en la Ciudad de los Vientos. Craig Counsell, quien desde el 2015 dirigió a los Cerveceros de Milwaukee, será su nuevo manejador en 2024 y las cosas no han marchado bien para Assad.
Durante el Spring Training, ha tenido tres actuaciones desde el montículo ante Padres de San Diego, Medias Blancas de Chicago y Angelinos de Anaheim.
Si bien el campamento de primavera es usado para ajustar y ganar confianza, sus números no dan certeza. Tan solo en marzo, registra una efectividad de 9.00 en cuatro entradas, donde ha permitido cuatro hits y seis carreras. Solo ha ponchado a dos bateadores y ha otorgado una base por bolas.
Se quiera o no, esto influye y en demasía a la decisión final de Counsell (707-625, como mánager), quien a pesar de dejar en claro los múltiples roles del mexicano durante la temporada, ya sea como abridor, relevista largo o preparador, no podría estar del todo convencido.
Al día de hoy, la competencia por ser uno de los abridores estelares es intensa junto a Hayden Weneski, Drew Smyly y Jordan Wicks, quienes también tienen méritos para fungir el rol sobre el montículo.
Es indudable que Javier Assad tiene calidad y es pieza importante en los Cubs, pero deberá incrementar bastante su nivel. Comenzó mal y los números lo reflejan y, así como en la vida, las opiniones pueden cambiar de un día para otro.
El vínculo entre jugador e institución se edificó en 2022 y se consolidó en 2023, pero tal y como sucede con un peligroso amor de verano, en 2024, toda la relación puede resultar efímera, agobiante y dolorosa.
“Estamos trabajando en la mecánica, en atacar la zona, evitar irnos atrás en los conteos. Hay que atacar la zona y ser más agresivos desde el principio. Así se puede llevar a los bateadores más fácil”.
A seguir por esa línea de trabajo y resiliencia, Javier.
Que no quede en ti y que esta, tu historia en las Grandes Ligas, no se convierta en un embrolloso amor de verano.
-El Dugout del Gabo.