El debate por la CDMX se puso interesante en la apertura de la discusión democrática sobre el futuro de la capital. Clara Brugada, Salomón Chertorivski y Santiago Taboada dieron su visión del futuro de la ciudad con el mayor presupuesto del país. 

En los temas económicos y en el conocimiento de lo que es la CDMX, Salomón Chertorivski planteó las mejores ideas, sin duda fue quien más nos emocionó. Su experiencia como promotor del desarrollo económico en el sexenio anterior le da un conocimiento de las enormes posibilidades que tiene esa que es la ciudad más rica del país. 

Lo único que aún no comprendemos es qué es lo que hace Salomón en Movimiento Ciudadano. Desde que estuvo al frente de la Secretaría de Salud, supimos de su enorme capacidad para administrar los bienes públicos. 

Santiago Taboada es un buen candidato que tiene al alcance de su mano el triunfo, uno que se lo deberá a una decisión equivocada del presidente Andrés Manuel López Obrador. Morena tenía una carta ganadora con Omar García Harfuch, el ex jefe de seguridad pública de Claudia Sheinbaum. Así lo decían las propias encuestas del oficialismo. Omar era el ídolo natural por haber sobrevivido uno de los atentados más impresionantes. 

Pesa sobre Santiago la presunción de corrupción en lo que han dado en llamar el “cártel inmobiliario”. La persecución de la fiscalía de la CDMX para tratar de descarrilar al candidato del PAN no pudo cristalizar porque se convirtió en un asunto político y no uno de justicia. Los números y resultados de Taboada en la alcaldía de Benito Juárez son los mejores del país en términos de seguridad y desarrollo económico. 

En el debate hubo discusiones sobre el desarrollo económico y la infraestructura indispensable para la gran capital. No entendemos cómo Taboada no sacó a la luz el tema de la destrucción del NAIM o aeropuerto de Texcoco. Ese fue un golpe terrible para la capital. Una desinversión que resulta más importante que toda la inversión realizada en infraestructura en la CDMX durante los últimos 5 años. 

El daño a la capital y a la conectividad al destruir la obra de infraestructura más importante de Latinoamérica pudo ser un argumento formidable para Taboada. Salomón planteó la necesidad de un nuevo aeropuerto pero en forma extraña no mencionó la tragedia del NAÍM, 

De Clara Brugada no tengo mucho que decir porque todo lo que dijo fue exactamente lo contrario a lo que el presidente López Obrador ha pregonado durante su sexenio. Habló de la conveniencia de la inversión empresarial, habló del desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, habló de la fortaleza del peso y temas que parece no entender a pesar de ser o decir ser economista. 

Brugada hablo de un país y de utopías que sólo tiene en su cabeza. No hay forma de creerle y de refrendar lo que dice sobre la economía de Iztapalapa, alcaldía que medio mal gobernó. 

En los comentarios en redes la gente pedía a Salomón retirarse y apoyar a Taboada por sus pocas posibilidades de ganar. Aunque parezca exagerado, pienso que Salomón sería el mejor jefe de la CDMX. Primero por su intachable trayectoria. Es un político que no está ahí para enriquecerse y su vocación de servicio se ve a kilómetros de distancia. Jamás Clara o Santiago dijeron algo que pudiera mancharlo. Chertorivski es mi chilango preferido. Habrá mucho por comentar. 

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