En el marco del Día de Las Flores, Roberto Antonio Beltrán Zavala recibió el reconocimiento de “Huésped de Honor” por su contribución a la cultura a través de su trabajo en la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG).
Roberto Beltrán dirigió la OSUG desde el 2015 y hasta el 2023, tiempo en el que la hizo crecer, además de mejorar su calidad y proyección a nivel internacional. En ese periodo realizó giras por diferentes países, grabaciones de contribución mundial.
Lo que no solamente impulsó a los músicos, sino también a Guanajuato Capital como ciudad cultural. A lo largo de esos nueve años presentó también a los mejores solistas, incrementó las cifras de asistencia y diversificó al público con programas musicales para todos los sectores de la población.
Y aunque lamentablemente no alcanzó a dar su mensaje en el evento, en entrevista para AM aseguró que el arte permite que las personas empaticen, también permite adentrarse en la historia y contexto del artista.
El arte y la cultura son fundamentales para un tejido social sano, el arte nos permite esa extraña posibilidad de vivir lo que el otro vivió”.
“A través de la música podemos vivir el dolor o el júbilo y, por lo tanto, podemos vivir un poco de su entorno y de su espacio, el arte es, pues una fuente de empatía”, dijo el director de orquesta.
Con la OSUG representó con contundente éxito y durante casi una década a Guanajuato en el Festival Internacional Cervantino (FIC), en algunos de los eventos más importantes de los últimos años.
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“Yo agradezco con profunda humildad el reconocimiento que me otorga la gran ciudad de Guanajuato, la cual considero que es sin lugar a dudas una de las capitales mundiales del arte y la cultura”, mencionó Roberto Beltrán.
El ciclo Shostakovich, las sinfonías de Mahler, así como los conciertos masivos en la Alhóndiga, son solo un par de ejemplos del enorme impacto de la OSUG en el FIC, como la más potente representación de la vida cultural de la ciudad.
Son Guanajuatenses distinguidos
En Sesión Solemne y con el magnífico Teatro Juárez de escenario, el Ayuntamiento en compañía del gobernador del estado Diego Sinhue Rodríguez Vallejo rindieron homenaje a aquellos ciudadanos quienes han dedicado su vida a mejorar la calidad de vida de la ciudad con su trabajo, compromiso y altruismo.
Victoria Eugenia Navarrete Cruz y Antonio Óscar Pérez recibieron el “Guanajuatense Distinguido”, máximo reconocimiento que otorga el Ayuntamiento de Guanajuato Capital. Mientras que de manera póstuma homenajearon a José Alfonso Alcocer Martínez y Carlos Zárate “El Pollo”.
Yo recibo este reconocimiento, más que como ciudadana distinguida, como ciudadana convencida de que debemos amar la ciudad y debemos promover y defender las tradiciones y los valores que representan a la ciudad”, dijo Navarrete Cruz, quien estuvo al frente de la Escuela de Nivel Medio Superior de Guanajuato (ENMS GTO) y por 31 años formó a generaciones de estudiantes.
En su discurso, la también pionera en estudios de bioética, dedicó a sus amigos, colaboradores y a su esposo, quien falleció recientemente, ese momento conmovió a todos los presentes.
Luego entregaron el galardón a Antonio Óscar Pérez Rosales ingeniero minero, responsable técnico del diseño y de la construcción de los túneles “El minero”, “Galereña” y “El Barretero”.
“Comparto esta presea con todos los mineros guanajuatenses que trabajaron conmigo en la construcción de los túneles que no solo aligeraron la carga vehicular, sino que incrementaron el flujo turístico, por la emoción de dar un paseo bajo tierra”, destacó Pérez Rosales.
Posteriormente, se tendió homenaje póstumo a José Alfonso Alcocer Martínez cronista de la ciudad (2015-2016) y arquitecto, fue investigador y profesor de la Universidad de Guanajuato, director del Museo Regional de la Alhóndiga de Granaditas y del Museo Iconográfico del Quijote (MIQ).
Carlos Zárate, conocido como “El Pollo” también será benefactor en esta misma categoría. Él fue el último boticario de la ciudad, ofrecía sus servicios en la farmacia “Santa Fe” fundada en 1945 en la Plaza de la Paz. Fue además un filántropo, pues atendía a familias de escasos recursos de manera gratuita.
En su intervención, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo recordó con nostalgia que será la última vez que participe en todos los eventos tradicionales del Día de Las Flores. Pues ahora dijo, le tocará estar con su familia, visitar los altares y preguntar si “ya lloró la virgen”.
Dijo que la ceremonia en la que la sociedad reconoce y agradece a los personajes que han aportado a la ciudad y que es un acto de justicia que debe fomentar, además de una muestra del vínculo entre la sociedad y que mantiene vivas las tradiciones.
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