En su demanda, SAT Aero Holdings solicita el pago de 838.5 millones de dólares por daños y perjuicios, equivalentes al monto total de su contrato con la Secretaría de la Defensa Nacional

La nueva aerolínea estatal Mexicana de Aviación fue demandada ayer en un tribunal de Nueva York por SAT Aero Holdings, la compañía anteriormente conocida como Petrus y que el Gobierno mexicano asignó para administrar el arrendamiento de aviones y contratar tripulaciones.

En su demanda, SAT Aero Holdings solicita el pago de 838.5 millones de dólares por daños y perjuicios, equivalentes al monto total de su contrato con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Adicionalmente, pide 2.4 millones de dólares por costos.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó la nueva aerolínea Mexicana en diciembre, después de comprar el nombre y otros bienes, por los que se pagaron 812 millones de dólares.

Mexicana basaría su operación en aviones arrendados a la empresa estadounidense, pese a que estaba cuestionada por los presuntos sobreprecios que ofrecía y era dirigida por funcionarios vinculados a operaciones de quiebra de aerolíneas.

Reforma publicó en agosto pasado que la empresa Petrus Aero Holdings fue contratada por la Sedena para rentar aviones y sus seguros, reclutar y entrenar tripulaciones e incluso dar mantenimiento a la flota de la nueva Mexicana. El contrato generaría utilidades millonarias a la arrendadora con un margen de 28 por ciento sobre la inversión por cada aeronave rentada.

El Gobierno mexicano ha promocionado a Mexicana como una nueva aerolínea económica que competirá con aerolíneas locales y cuyo hub de operaciones es el Aeropuerto Felipe Ángeles. En enero, la aerolínea registró 160 vuelos, según estadísticas gubernamentales.

López Obrador dijo el año pasado que el Gobierno buscaba arrendar inicialmente 10 aviones Boeing 737, lo cual no se ha concretado. Actualmente, Mexicana alquila al menos parte de sus aviones a TAR Aerolíneas.

Ayer, la compañía reclamó que tenía entendido que compraría aviones para Mexicana y que, en última instancia, el Gobierno correría con el costo.

Pero afirma que Mexicana rompió su acuerdo al no pagar más de 5.5 millones de dólares en depósitos para el arrendamiento de los dos primeros aviones, de un total acordado de 10.

La compañía dice que “siguió adelante” y trató de “hacer todo lo posible para mantener la importante relación comercial a largo plazo”, mientras continuaba negociando arrendamientos.

“Desafortunadamente, después de que SAT pasó meses negociando los documentos pertinentes de financiamiento y arrendamiento con el posible banco y los arrendadores, la aerolínea se negó a firmar cualquier documento con estas instituciones“, dijo el SAT en la denuncia.

“Mexicana Airlines, de manera confusa, ha tratado de imponer sanciones financieras al SAT y responsabilizarlo por no entregar cualquiera de los aviones”, indicó.

La Sedena no respondió ayer a una solicitud de comentarios al respecto.

RSV

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