Están en el lobby del hotel en donde se hospedan desde el atardecer del martes dos de abril del dos mil veinticuatro. Después de 20 horas de viaje, el ánimo no decae, sino todo lo contrario: acrecienta por el tiempo que pasa y el debut que se acerca.
Falta una hora y media para su debut en la sexta edición de la Copa Nacional León AM, pero cada uno de los jugadores que conforman dos de las cuatro categorías de la Escuela de Formación Oasis Revolución (2007-08 y 2005-06) están con escudo en pecho y botines en mano.
Algunos con el apoyo de sus papás y otros tantos, presas del alejamiento cuando se trata de alcanzar un sueño, se alientan entre sí con constantes chistes que hacen alusión a la grabadora de voz y lente fotográfico que tienen enfrente de su ser.
La timidez, esa que se presenta cuando hay algo con lo que se conecta por primera vez, se hace presente en la expresión de Abdiel Rodríguez, quien debido a su amor por el regate y la gambeta constante, es conocido como ‘Abdielinho. Con 18 años de edad, es parte de la categoría 2005-06.
“Mi papá me inculcó el amor por el futbol, asistí a varios torneos y, desde siempre, me ha gustado Ronaldinho por la magia que ponía en el terreno de juego. Me gustan los Diablos Rojos del Toluca y, en algún momento, sueño con jugar en Barcelona”.
Quien lo secunda es Kevin Reyes, un lateral izquierdo de 18 años de edad que adora las secuencias en ataque y los regresos en defensa. No escatima en esfuerzos y, como lo ha hecho desde los seis años, entrega todo por sus compañeros de equipo.
“Jugaba en las canchas del barrio y siempre he tenido como referencia a Neymar por su estilo de juego. Sigo a las Águilas del América, pero quien me dé la oportunidad en Primera División, a ellos me entregaré por completo porque algún día sueño llegar al Atlético de Madrid y nada: ¡Arriba EFOR!”.
Iguales en nombre pero separados por cuatro años, Abdiel Luevanos, de 14 años de edad, comparte las mismas ganas por salir adelante. Al igual que sus dos compañeros, sueña con llegar a Europa y jugar con el Barcelona.
“Veo futbol desde los seis años y siempre me ha gustado verlo en la televisión y después jugarlo en la cancha en cada oportunidad que se me pueda presentar”.
Similar es la travesía que ha seguido David Melero Barrera, quien tiene 15 años y ha jugado desde los seis cuando veía a su papá, Guillermo Rodríguez, derrochar calidad en las ligas del barrio.
“Soy interior y, en algún momento, sueño con jugar en el Barcelona”.
Son sueños, pero, sobre todo, son los rostros que edifican y consagran la historia de EFOR que, por primera vez en sus cinco años de vida, participa en un torneo nacional dentro de la sexta edición de la Copa Nacional León AM.