León, Guanajuato.- Para México, mantener un modelo de producción agropecuaria basado en el uso de agroquímicos y deforestación del suelo ya no es sostenible en el corto y mediano plazo, consideró Raúl Moreno, gerente de Calidad e Inocuidad de la empresa Aires de Campo.
Advirtió que el sistema de producción de alimentos en el País se aproxima al colapso si se siguen prácticas en contra de la salud de los suelos, que afectan el ciclo del agua y reducen la capacidad de absorber nutrientes en los cultivos.
Hemos visto que los productores de Sinaloa tienen problemas de saturación de minerales en su suelo, ya no entra el agua y eso los está llevando a bajar sus rendimientos en las cosechas.
Es muy urgente (un cambio) porque el sistema alimentario está colapsando, a nivel de suelos, se está perdiendo fertilidad, se está
erosionando y esto es pérdida de nutrientes”, aseveró el especialista.
Ejemplificó que prácticas como el pastoreo en rotación, que implica tener ganado en libertad, aunado a técnicas de conservación
de suelos, permiten que las praderas mantengan la materia orgánica sana, para así tener pasto incluso ante la ausencia de lluvias.
Por cada uno por ciento de materia orgánica que se incrementa en el suelo, adquiere la capacidad de absorber 100 mil litros de agua por hectárea”, dijo.
Por lo tanto, retomar prácticas orgánicas en la agricultura y sector pecuario no debe ser sólo para el mercado de nicho o “modas”,
sino mecanismos para obtener los alimentos necesarios, sin generar más daños al ecosistema.
En México, solo entre 2 y 3 por ciento del suelo agrícola total se trabaja con procesos orgánicos, lo cual da posibilidad a que la producción orgánica aumente de manera considerable en el País.
Y es que, al tener un suelo vivo y nutrido, prácticamente hace el trabajo de una esponja que puede absorber y almacenas agua para temporadas de escasez, explicó el especialista de Aires de Campo.
La agricultura orgánica es para mejorar todo el ecosistema.
“Los agricultores tienen que propiciar la vida en el suelo, porque no hay agricultura orgánica sin suelo vivo o regenerado”, apuntó
el especialista.
SM