Ciudad de México.– El recorte al gasto público propuesto por el Gobierno federal para 2025 es considerable, pero necesario para lograr que el País mantenga una trayectoria sostenible en materia de deuda y no se ponga en riesgo su calificación crediticia, dijo Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México.

En los Precriterios Generales de Política Económica 2025, el actual Gobierno propone que el próximo año la nueva Administración federal reduzca 8.8 por ciento el gasto público para así lograr reducir el déficit público a 2.5 por ciento. 

“Creemos que será muy complicado, pero creemos que es necesario porque ya sabíamos que este año íbamos a tener el déficit más alto desde 1990 y va a ser todavía más alto, si tomamos la medida más amplia -que son los Requerimientos Financieros del Sector Público- va a ser de 5.9 por ciento del PIB, de lejos el más alto desde 1990.

“Lo que es muy claro es que el País no puede seguir por esa senda, seguir por esa senda de déficit sería poner pronto la deuda en una trayectoria no sostenible y además implicaría que el País podría perder pronto el grado de inversión, entonces coincidimos que es fundamental que se reduzca el déficit”, afirmó Serrano en conferencia.

Agregó que el recorte debe hacerse buscando también una mayor recaudación, en particular reduciendo el nivel de informalidad que enfrenta el País.

Exportaciones se diversifican

El nearshoring está generando que nueve de 15 entidades del País diversifiquen los productos que exportan como resultado del fenómeno de relocalización, reveló un análisis de BBVA. 

Del 2018 al 2023, la concentración por productos exportados se redujo en 5.4 por ciento con lo que se logró una mayor diversificación en Jalisco, Baja California, Aguascalientes, Michoacán, Puebla, Chihuahua, Tamaulipas, Guanajuato y Veracruz., señaló Diego López, economista senior de BBVA México.

Pero esto fue a costa de una mayor concentración por destino, que creció 6.3 por ciento, lo que obedece a que más exportaciones se están concentrando en Estados Unidos.

De acuerdo con BBVA, el nearshoring tendría el efecto de diversificar las ventas en términos de productos sin afectar o incluso incrementando ligeramente la concentración en términos de destino y así ha ocurrido hasta el 2023.

Detalló el caso de Puebla donde la venta internacional de automóviles y otros vehículos, sobre todo para el transporte de personas, pasó de tener una participación de 70.8 por ciento en 2018 a 58.5 por ciento en 2023. 

Mientras que partes y accesorios de vehículos automotores pasaron de tener una participación de 10 a 17.3 por ciento en el mismo periodo. 

“Nos permite ver que hemos diversificado la gama de productos que exportamos a costa de concentrar relativamente en cuanto al destino”, dijo López. 

Estos dos efectos son contrarios y en conjunto pueden tener un balance que permitan que si las exportaciones de un segmento se desaceleran, no impacta al resto, explicó.

JFF 

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