El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas reapareció en un video publicado el miércoles en la cuenta de uno de los abogados de su defensa, que afirmó que está en huelga de hambre, tras su controvertida detención en la embajada de México en Quito cuestionada por la comunidad internacional.
El exfuncionario, que se encuentra en prisión mientras es investigado por irregularidades en su gestión durante el terremoto de Ecuador de 2016, aseguró en la grabación que recibió “una paliza” durante su captura.
La irrupción de la policía ecuatoriana en la sede diplomática mexicana, donde Glas se había instalado en diciembre ante la inminencia de que fuera dictada una orden de detención contra él por el caso de corrupción, provocó la ruptura de relaciones de México con Ecuador.
La abogada defensora Sonia Vera, en su cuenta de X indicó: “Finalmente establecimos contacto” y destacó que su defendido “está en huelga de hambre”. Adjuntó a su mensaje el vídeo donde se ve a Glas hablando con elocuencia, sin que se percibieran signos de violencia en su rostro y en aparente buen estado físico.
The Associated Press solicitó comentarios a la policía de Ecuador y al Ministerio de Interior acerca del video y de las alusiones de Glas sobre maltrato sin obtener respuesta de inmediato. El ente responsable del sistema penitenciario dijo: “No tenemos ningún pronunciamiento sobre esa denuncia”.
Relata Jorge Glas cómo fue su detención
El exvicepresidente dijo que los uniformados filmaron un video del arresto dos veces: la primera mientras cuatro policías lo tenían con los brazos hacia atrás y la segunda donde lo incorporan y lo sientan para leerle nuevamente sus derechos.
Al final del vídeo, de cerca de un minuto y medio, Glas expresó: “Quiero que estén claros que no voy a claudicar”.
El exvicepresidente fue detenido el 5 de abril al interior de la embajada de México, en medio de una inédita incursión policial ecuatoriana a esa misión, al norte de la capital, lo que causó que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, decidiera romper relaciones diplomáticas con Ecuador tras una serie de tensiones previas, como la expulsión de la embajadora de México Raquel Serur.
Glas ingresó a esa embajada el 17 de diciembre pidiendo asilo diplomático, que le fue concedido el 5 de abril, a pesar de los reclamos del gobierno ecuatoriano aludiendo a que consideraba que Glas, con dos penas de prisión inconclusas y un nuevo proceso por corrupción en marcha, buscaba evadir la justicia.
La incursión de la policía ecuatoriana a la embajada mexicana provocó el rechazo unánime de los países latinoamericanos y durante las últimas horas la condena enérgica por parte de la mayoría de países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), que además hizo un llamado a ambos países a buscar una solución a la crisis diplomática.
El exmandatario ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017), de quien Glas fue vicepresidente, recomendó al presidente Daniel Noboa, en un mensaje en X, que para evitar sanciones contra Ecuador pida disculpas “por la salvajada cometida” y que además “retrotraigan las cosas a la situación antes del asalto a la embajada”, cuando Glas recibió el asilo de México, y que otorgue un salvoconducto a Glas.
Esta semana Correa también pidió a los países europeos y al mundo que hagan “las presiones políticas, judiciales que sean necesarias, porque esto no va a parar con una simple llamada de atención, para que el gobierno de Noboa” deje salir a Glas.
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RSV