Los animales son seres vivos que merecen el mismo respeto que los humanos, y aunque por desgracia no todos lo entienden, en la sociedad existen personas que dan todo de sí para protegerlos.
Tal es el caso de los leoneses Gabriela Sánchez y Marcos Aguilera, quienes fueron reconocidos por su respectiva labor como rescatistas y el martes pasado recibieron la distinción municipal “Soy de León”.
Un nuevo hogar
Gabriela Sánchez, mejor conocida como “Chío Sanz”, comenzó su labor como rescatista independiente hace 6 años y a medida que pasó el tiempo decidió abrir su propio albergue para perros, al que llamó Amor mestizo.
“Nos dedicamos a rescatar perritos en situaciones vulnerables, de maltrato, abandonados y en situación de calle. Los rehabilitamos, les damos la atención veterinaria y los esterilizamos. Nuestro refugio es una casa puente para que posteriormente puedan encontrar un hogar”, compartió Gabriela.
Su inquietud por rescatar perros inició cuando ella estaba buscando a su primer mascota con la idea de comprar, pero al ver en redes sociales el número de perros sin hogar y las situaciones por las que pasaban, decidió ayudarlos.
“Adopté a mi primer perrito, Bruno, y a partir de ahí comencé a otorgarle hogar temporal a otros hasta que tuve 17 perritos en casa, ahí fue cuando decidí que necesitaban tener otro espacio. Actualmente, en el albergue hay una población de 52 perritos”, declaró la rescatista.
Sin embargo, Amor Mestizo aún no se constituye legalmente como albergue, pues no cuenta con un apoyo gubernamental para tener todos sus requisitos en regla o para recibir recursos. Incluso después de recibir el reconocimiento por parte del municipio, al centro no se le ofreció ningún tipo de apoyo.
“La mayoría de los recursos que llegan es por medio de redes sociales, gracias a la confianza que ya creamos en las personas. Nosotros tenemos un servicio de transporte que se llama Driver Dog, de ahí también nos sostenemos económicamente. Además, hacemos rifas, vendemos artículos que nos regalan, entre otras cosas”, contó Chío Sanz.
Después de rehabilitar a los perros con la ayuda de veterinarios que les cobran algo significativo, Amor Mestizo los prepara para darlos en adopción; actualmente tienen un espacio designado en el estacionamiento de Centro Max cada último domingo de mes para realizar adoptones; el próximo será este domingo 28 de abril, de 10 de la mañana a 3 de la tarde.
“Hacemos primero una entrevista, por seguridad no damos perritos a personas que viven en zonas con alto índice de maltrato y abandono. Se pide INE, comprobante de domicilio, se firma un formato de adopción, se da seguimiento a través de WhatsApp y de ser necesario con visita al domicilio, y en nuestro caso pedimos una cuota de recuperación de 400 pesos. Todos nuestros perritos se entregan vacunados y esterilizados, por ningún motivo damos perritos sin esterilizar, además van desparasitados, con collar, placa de identificación y correa”, explicó Gabriela.
Tristemente, la rescatista compartió que suele ser común que la gente devuelva a los perros porque no se comportan como ellos lo esperan. Según las estadísticas del centro, de cada 10 perros que se adoptan, 2 vuelven al refugio, por lo que Chío Sanz compartió el siguiente mensaje:
“Al momento de adquirir una mascota estén bien conscientes de que es una responsabilidad para toda la vida; es un perrito que va a orinar, defecar, que va a hacer travesuras. Todos los perritos necesitan tiempo, no son objetos para estar en la casa sentaditos”.
“La mejor manera de rescatar es esterilizar porque así prevenimos la sobrepoblación de perritos en situación de calle”.
Si quieres apoyar el refugio, podrás encontrar información en las redes sociales de Amor Mestizo (Facebook, Instagram) y Chío Sanz.
Da la vida por los animales
El nombre de Marcos Aguilera se volvió muy popular los últimos días, pues fue él quien rescató a la perrita que fue arrojada a un pozo en Brisas del Campestre. Independientemente de lo sonado del caso, Marcos tiene años rescatando perros en situaciones igual de extremas, a veces arriesgando su propia seguridad con tal de que los animalitos tengan una vida digna.
“Toda la vida he sido empático con ellos, pero nunca me imaginé que llegaría hasta este punto. He visto en redes muchas situaciones de maltrato, abandono, condiciones muy feas, pero no cualquiera se atreve a todo porque te pueden agredir, son gastos o no tienen tiempo”.
“Yo empecé rescatando perritos, pero no de la calle, sino en situaciones más extremas como los que están encerrados en azoteas, rellenos, esa es mi área. Si puedo hacer algo por ellos lo hago, los protejo”, contó Marcos.
El rescatista independiente creó grupos de Facebook para compartir la información de los rescates que hacía y a través de este medio la gente comenzó a enviarle direcciones de donde había perros maltratados.
Él acude con el equipo necesario para realizar los rescates y no le importa si necesita invadir propiedad privada, razón por la que incluso ha enfrentado procesos legales; de cualquier manera Marcos documenta todo lo que encuentra.
“No permito el maltrato animal, y aunque no tengo alguna asociación como tal, yo me apoyo de la gente que de alguna forma me echa la mano para seguir con esto, porque no es gratis. Mi único fin es salvar vidas y proteger a los perros”, señaló.
Marcos Aguilar está tan comprometido con su labor, que en lo que va del año ha logrado 53 adopciones. De hecho, al momento de otorgar esta entrevista, estaba en camino de llevar a dos perros más a sus nuevos hogares.
Marcos también reconoció que cuando llega a poner en adopción a perros de raza, estos no tienen problema para encontrar adoptante, no así los mestizos o aquellos perros con una discapacidad, teniendo casos de animales que se quedan bajo su resguardo por más de un año.
“Arriesgo mi vida por esto. Me han macheteado, correteado, navajeado, amenazado, pero yo no me rajo; me meto a donde sea por salvarlos y lo muestro todo en las cámaras. Yo defiendo al animal porque él no se puede defender”, declaró Marcos.
Además de recordarle a la gente que adoptar una mascota es adoptar una vida, lo que conlleva una responsabilidad muy grande, el rescatista también expresó su deseo de asistir a escuelas para compartir con niños y jóvenes su experiencia y promover el cuidado de los animales.
“Me gustaría que las escuelas me invitaran para platicar con los jóvenes y socializar mi experiencia, para que cuando salgan de la escuela y miren a un perro pongan manos a la obra. Quiero fomentar la educación animal. Ve lo que pasó recientemente, eran unos niños riéndose e insultando a un perro, ¿el día de mañana a quién van a maltratar? Quiero que aprendan a que los animales deben ser protegidos”, finalizó.
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