Amenazante, un cráneo encapuchado advierte con la señal del silencio, el dedo en la boca: “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”. El chiste, el meme, la broma venial, la travesurilla de una playera que se vende en varias plataformas pro 4T en un promedio de $300.

La idea vino del ala más radical del “movimiento político más grande de la historia”, como llama Claudia Sheinbaum a Morena y sus huestes. Copiaron el chiste de una calavera mucho menos intimidante que la que promueven y agregaron la leyenda que, sin entrar en profundidades, deja claro que quien habla mal del presidente es “poco hombre”, entiendo en el sentido de cobarde, débil o enclenque. ¿No se supone que lo que más presume la izquierda es su progresismo?

Es curioso porque en esa misma definición yo apuntaría al actual responsable de los medios públicos del país, Jenaro Villamil, que cobardemente renunció a su otrora gran y admirable carrera periodística para convertirse en un personajillo debilucho, tristón y lamesuelas. Ahora es simplemente otro fanático sectario que en sus redes sociales decidió sumarse al ridículo para quedar bien con ya sabes quién.

Peor aún quedó el triste dirigente de Morena, Mario Delgado, tan acostumbrado a tragar sapos de todo tamaño que tuvo que salir a justificar lo injustificable, culpando a la “derecha” de un gran escándalo porque, según él, únicamente es una expresión juvenil.

Fiel a su costumbre, Delgado terminó más hundido. ¿De verdad, los jóvenes de la 4T portan con orgullo el meme de una calavera amenazante contra la oposición?, ¿se sienten orgullosos de su sectarismo?, ¿son como una secta?, ¿los Guardias Rojos de AMLO?, ¿sus camisas negras?, ¿la nueva Komsomol?

A ver, tampoco es un asunto para exagerar. La verdad es que hay muchos ejemplos de memes que endiosan a López Obrador e intentan extinguir a sus adversarios. Algunos irrisorios como el diseño fotográfico de AMLO que lo pinta como un Clark Kent desabotonando su camisa para mostrar el escudo de Superman o su foto en un estadio echado de brazos cruzados viendo un partido de beisbol con la leyenda “me la siguen pelando, perros”, sólo por mencionar un par relativamente alejados de lo abyecto y escatológico.

Y sí, la oposición también tiene múltiples memes contra el presidente, algunos francamente subidos de tono, igual o peor de violentos que el de la mentada calavera censora. Sin embargo, tienen al menos la sutileza de que no son difundidos en sus canales oficiales ni sus cuadros los presumen en videos. Tienen la sutileza de “cuidar su investidura” como actores políticos que tarde o temprano tendrán que dialogar.

Sin embargo, ¿para qué guardar la investidura en los tiempos del porno social?, ¿de qué sirven las formas cuándo la brújula está rota?, ¿para qué usar la moderación en los tiempos donde manda la provocación?, ¿para qué sirve el silencio cuando uno es presa del estruendo?

Quizá nos arrepentiremos pronto de haber olvidado las formas. Mientras tanto, en el concurso de las estridencias se lleva un premio el senador oaxaqueño Adolfo Gómez Hernández, que se aventó la puntada de mandar sacrificar una gallina en pleno patio central del Senado de la República.

Es el mismo personaje que explotó contra los empleados de Monte Albán en octubre pasado cuando le exigieron pagar su entrada.

Esos son los perfiles de nuestras autoridades, la mayoría electa por votación popular.

¿Qué se jodió tanto para que sean esos nuestros líderes?

 

De Colofón

 

Como telonero al debate presidencial, el sábado a las 6 pm se enfrentarán en el Museo de Antropología de Xalapa los aspirantes a gobernar Veracruz.

Hay gran expectativa frente a las acusaciones de corrupción contra Rocío Nahle que acumulan varias propiedades en México y el extranjero, así como millones de dólares en cuentas de paraísos fiscales.

La candidata zacatecana, impuesta por López Obrador, ha confirmado su asistencia, máxime dado el empate que marcan sus números frente al candidato opositor Pepe Yunes.

Podría venirse otra sorpresa fuerte contra Rocío Nahle en pleno encuentro, dicen que hay parque de sobra.

Solamente faltan ¡36 días para las elecciones!

 

@LuisCardenasMX

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