Tomás Rodríguez pedalea casi todos los días en la salida de León a Lagos de Moreno. También corre en el Parque Metropolitano y en otros parques y calles de la ciudad. Y para complementar su preparación, nada en albercas leonesas.
Todo para entrenarse diariamente y sin descanso rumbo al triatlón estilo Ironman, quizá la prueba competitiva más demandante en el mundo.
La preparación, las extenuantes jornadas, rindieron fruto el pasado fin de semana, cuando Tomás se convirtió en el primer mexicano que gana un Ironman internacional, este celebrado en Texas y en el que marcó siete horas, 42 minutos y 38 segundos.
El nacido en Zacatecas, pero quien vive y entrena en León desde hace años, fue el mejor de toda la competencia, que consiste en 3.8 kilómetros de nado en aguas abiertas, 180 kilómetros de bicicleta en ruta y un maratón en carrera (42 kilómetros).
“Es una sensación indescriptible lo que estoy viviendo ahora… No es algo inesperado porque es por lo que trabajo todos los días desde el día uno y va más allá de ganar una carrera o levantar un listón de meta, lo que realmente me hace sentirme satisfecho es poder materializar lo que tengo años trabajando, con todo y los altibajos que esto implica, pero justo es lo que lo hace especial”, publicó Tomás en Instagram horas después de su victoria.
Además de un premio en dólares y del reconocimiento internacional, Rodríguez ganó el derecho a competir en el llamado “Mundial de Ironman”, la máxima prueba del año, que se disputará en Hawái en octubre.
“Quiero ir a Kona (Hawái), quiero ir a Kona. ¡Estoy muy feliz!”, gritó Tomás poco después de cruzar la meta de la carrera, la prueba final.
Por cierto que según los registros, el mexicano hizo la mejor marca de maratón en la historia en un triatlón de larga distancia, con 2:34:14 en los 42 kilómetros.
Detrás quedaron el alemán Patrice Lange y el francés Clément Mignon.
Además de entrenar en lugares públicos, Tomás trabaja todos los días en Akiles, un centro de entrenamiento de alto rendimiento en la ciudad.