León, Guanajuato.- Andrea Érika Oliveros Ramírez tiene 25 años de experiencia como paramédica, lleva cinco trabajando con pasión en el honorable cuerpo de bomberos de la ciudad y a la par combina su rol de madre.

Con dos hijos Adriel de 17 años y Valentina de 13, Érika equilibra con destreza sus responsabilidades profesionales y personales.

Tengo que darle a mis hijos el ejemplo. Necesito ser feliz yo, para que ellos puedan entender que tienen que buscar la manera de ser felices haciendo lo que a ellos les guste”, comentó Érika.

A pesar de los desafíos que implica combinar la maternidad con su exigente trabajo, la paramédico afirma que no cambiaría nada en su estilo de vida, pues asegura es fundamental educar con el ejemplo, ya que desea que sus hijos también disfruten de la vida y hagan lo que más les apasiona.

Érika ha descubierto la fórmula para organizar su día, asegurando que sus hijos estén atendidos antes de salir a sus turnos de 24 horas, en sus días libres, se dedica por completo a su hogar y a pasar tiempo de calidad con su familia.

Combinar ser mamá con el trabajo fuera de casa es difícil pero si se puede, es acomodar tus tiempos, prioridades, pero si se puede realizar el trabajo que te gusta”.

Para sus hijos, su trabajo es algo cotidiano, aunque admiran su labor, están forjando sus propios caminos; en el caso de Valentina, ella aspira a ser médica veterinaria y tener un refugio para perros; mientras que Adriel tiene un gran interés en la robótica.

Se entera de su embarazo después de un día pesado

La noticia de convertirse en madre sorprendió a Érika después de una jornada de trabajo en la que tuvo que sofocar un incendio y saltar desde un palco de un lienzo charro un día anterior, durante su primer embarazo continuó trabajando hasta el octavo mes.

“Un día me sentía mal y una amiga me dijo: quizá estás embarazada. Me fui a hacer un prueba de sangre, de ahí me fui a la estación, hubo un incendio y me subí a la motobomba camino a apagar el incendio. Cuando regresé fui por los estudios y me dijeron que estaba embarazada. Y días antes me había aventado del palco al ruedo, no sabía que estaba embarazada”.

“Amor” es la palabra que define por igual su trabajo y la maternidad, el amor es la conexión que la lleva todos los días a esforzarse para ser la mejor en ambas facetas de su vida.

“Cuando son incidentes con menores, si se me vienen a la mente mis hijos. Sé que no se debe de hacer pero pienso ‘¿y si fuera mi hijo?’, por eso siempre trato de hacer lo mejor posible en mi trabajo, si son niños tienen a sus papás, si son personas adultas, siempre hay alguien que los espera”, finalizó.

AM

 

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