Quise iniciar esta columna de una manera creativa, por el tema obviamente, sin embargo, mi mente en blanco de pronto y un par de distractores no me dieron esa oportunidad, tenía la idea de que ser creativo depende de las circunstancias, el ambiente, el horario, las ganas, el interés o simplemente cuando una idea se aparece por tu mente y le vas dando forma, aunque en la práctica es más complejo, porque desde la semana pasada este concepto se cruzó por mi cabeza y dije, será lo siguiente de lo que escriba, porque admiro a las personas que en su vida diaria tienen habilidades extraordinarias, convertir las cosas sencillas en algo increíble, aquellas cuya creatividad destaca y es tan obvia que me impacta la manera en cómo lo hacen de forma tan natural, es como si su cerebro siempre estuviera preparado para ser creativo, que las ideas surjan de manera espontánea pero que pareciera que hay todo un plan bien estructurado para llevar a cabo lo que sea.

Y ahora que investigo sobre el tema, me parece complicado y que depende de la importancia que otorguemos a cualquier actividad pero que además debe enfatizar en el ingenio con el que se lleva a cabo, y también de los elementos que cada persona posee, ese sello personal que permite identificar a autores, pintores, arquitectos, diseñadores, aquello que demuestra su personalidad, las características de cada quien y que da paso a lo extraordinario, lo cual me parece aún más maravilloso porque de la conjunción de ello resulta un distintivo, cuya fuente se obtiene de la imaginación e inspiración como fuentes de la inventiva.

El impulso que se le otorgue al tema creativo desde temprana edad concede posibilidades sin límite, despierta la curiosidad por conocer y aprender, las habilidades se nutren de la experiencia a través del juego, es una fuerza motriz que fortalece aspectos como el pensamiento crítico, la flexibilidad mental y el ingenio, en el que la imaginación es un utensilio invaluable, por lo que la inversión en la creatividad fortalece el potencial humano y sirve como transformador  del futuro de las y los niños.

Tener la capacidad de generar ideas únicas, originales y dar solución a problemas o situaciones desde un punto de vista diferente, dispuestas a correr riesgos y contar con una forma de pensar nada convencional son las principales características de una persona creativa, que trasciende de lo ordinario e impulsa y perfecciona ideas, por lo que interactuar con este tipo de gente amplía la perspectiva al dar un enfoque original para abordar desafíos, su plática estimula, enriquece y motiva, el interés de uno o varios temas, por lo que los creativos son motores en la vida de quienes tiene la oportunidad de convivir de cerca.

La creatividad, enriquece la vida de las personas y su entorno, permite disfrutar de diferente manera la realidad, porque la visión con la que se observa es otra, no permite el confort en ninguna de sus formas, pero sí la exploración que nos estimule emocional o intelectualmente y de paso al enriquecimiento de nuestra vida.

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