El término “calma chicha” sirve para nombrar a esos momentos en que la ausencia de viento hace desesperar a los marineros; coloquialmente, se usa para referirse a cualquier situación de quietud desesperante, como ahora en estos días en que las campañas electorales terminaron y los votantes descansamos de millones de spots y espectaculares que nos hicieron desesperar. Con esta tregua, también el Presidente dejará de atosigarnos con su mundo de “otros datos” y de hacer propaganda a favor siempre de su partido.

La idea de estas treguas, es que los votantes podamos reflexionar nuestro voto, aunque las estadísticas en México, reflejan que los indecisos para la elección son ya menos del 10%, toda vez que han manifestado más del 60% que sí saldrán a votar. Quienes están dudosos son los jóvenes. En los últimos meses los partidos se enfocaron a los llamados “switchers”, que son quienes deciden en el último momento su voto, es el “elector cambiante” o “el votante inestable”, a quien se puede persuadir y que los políticos o las campañas se disputan.

Pero el caso es que esos pocos indecisos en si votar o no y si hacerlo por tal o cual, son quienes esperamos que acepten el desafío de votar. El domingo será un día caluroso; en el Bajío no hay probabilidad de lluvia pues Tlálocel dios de la lluvia, nomás no acepta sacrificios y aquí nos tiene en la sequía. El INE está listo, organizando a decenas de miles de funcionarios de casillas y personal del propio Instituto, para que, en coordinación con los institutos electorales locales, tengamos una elección de alta participación y sin incidentes.

En este pobre y rico País, se dieron lamentablemente cientos de hechos violentos en donde el crimen organizado y el narcotráfico dejan claramente ver su influencia electoral, ya metiendo dinero a las campañas presionando a ciudadanos, como asesinando a candidatos, como metiendo dinero a la publicidad en bardas donde es imposible fiscalizar al INE. Por eso, la violencia ha acompañado a esta elección, considerada ya la más violenta de la historia por la cantidad de muertes de candidatos a puestos de elección popular.

Los partidos políticos por su parte, hicieron lo suyo en campañas que rebasan los topes de campaña y en que exhibieron la capacidad de los políticos de “chapulinear” sin pena, de un partido a otro, haciendo gala de todo lo que los seres humanos somos capaces de hacer cuando dejamos de lado los principios y nos mueve solo el poder. Vimos pocas propuestas en esta batalla que se convirtió en tormenta y que a los electores nos hacía sentir la necesidad de tener un respiro antes de votar.

Llegó el 2 de junio del 2024 con la elección más nutrida y competida de la historia. Las encuestas lanzaron datos que apuntan hacia dónde podría estar el resultado, aunque los “verdaderos datos”, serán los que arroje el INE desde el “conteo rápido” y el PREP al final de la jornada electoral. Es probable que veamos nuevamente la “mano invisible” del narcotráfico que está presente en este narco-País y que en algunos territorios que controla, se inhiba la participación ciudadana con su voto.

Pero en esta “calma chicha”, es donde podemos invocar a lo mejor que tenemos las personas para recordar todo lo que nos une y olvidar todo lo que nos separa. La política y las ideologías, son invitación a la división, pues nos saltan los demonios de la discordia y el fanatismo. La democracia es la menos mala manera de resolver nuestras diferencias. Por eso, les incito a que salgan a votar el domingo. Muchos mexicanos hemos puesto nuestra disposición para que la elección sea un éxito. Los Consejeros Electorales del INE les garantizamos que el sistema electoral es fuerte y garantiza la equidad para los contendientes. Convenzan a los jóvenes de que voten y dejemos los adultos la herencia de que la votación es indispensable para construir un mejor País.

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