Guanajuato.- Las elecciones del 2 de junio fueron las más inequitativas en la historia de México y al mismo tiempo, su resultado dio el mandato más contundente de continuidad al régimen de la Cuarta Transformación, considera Luis Carlos Ugalde, presidente del Instituto Federal Electoral (IFE) entre 2003 y 2007.
Ya como director general de Integralia Consultores, Ugalde visitó el estado para presentar los resultados del estudio “Hallazgos, retos y perspectivas del Congreso de Guanajuato” y habló del proceso electoral: calificó a Andrés Manuel López Obrador como un presidente incongruente, que de quejarse de no haber “piso parejo” pasó a ser el mayor violentador de la Constitución en la era moderna del país.
Pero también acusó de tibieza al actual Instituto Nacional Electoral (INE), por tolerar campañas anticipadas, y que la derrota de la candidata presidencial del bloque opositor, Xóchitl Gálvez, fue por no proyectar una imagen seria. Advirtió que aunque el humor social cambie en algunos años y se retire el apoyo a Morena, si la inequidad se mantiene, existe el riesgo de no volver a tener elecciones libres y justas.
AM. ¿Qué evidencia encontró con el estudio en el Congreso?
Luis Carlos Ugalde: Primero, una reflexión sobre el tema de los congresos: el Poder Legislativo Federal y los locales son instrumentos fundamentales del control del poder político y sin embargo en México, en los últimos 50 o 60 años, han hecho una labor deficiente en general y en los últimos 5 o 10 años, en el caso de los estados, los congresos locales se han degradado más en capacidades, en motivaciones para hacer correctamente su trabajo, han sido cooptados por los gobiernos de los Estados. En términos comparativos, Guanajuato tiene un Congreso con profesionalismo, con transparencia y con tecnología que lo colocan como uno de los mejores a nivel nacional, algo que vale la pena difundir para que se cuide lo que tienen y para que sea un ejemplo para otros congresos. Nosotros encontramos que el Congreso tiene una buena regulación interna, que los mecanismos de transparencia proactiva son sólidos, que tienen instrumentos de participación ciudadana activos, un servicio civil de carrera que funciona, me parece que dotan al Congreso de buenos instrumentos para ser un buen caso de estudio.
AM. En el análisis hubo un comparativo con otras cuatro entidades. ¿Cómo son los procesos legislativos de Guanajuato?
LCU: Depende con quién te compares. El gran problema en México es que prácticamente todos los Congresos del país carecen de transparencia, en normatividad, su funcionamiento es deficiente. Guanajuato tiene un mecanismo de transparencia donde se publican todas las convocatorias, todos los procesos legislativos, tiene mecanismo de Parlamento Abierto que funciona relativamente mejor que en otros lugares del país, tiene mecanismos de chats para que la gente participe y dé su opinión, tiene un servicio civil de carrera que le da memoria institucional al proceso legislativo, tiene un proceso de evaluación ex post del impacto de leyes aprobadas. Podemos entrar a detalles de si eso ha generado más aprendizaje o no, pero al menos en capacidades instaladas, el Congreso de Guanajuato tiene buenas prácticas.
AM. ¿Qué áreas de oportunidad encontraron?
LCU: Una de las más importantes es que requieren actualizar su normativa interna: actualizar el Manual de Organización, el Manual de Procedimientos, los mecanismos para un juicio político local. La página de internet tiene un espacio enorme para mejorar: el tema de su visualización, el tema de la glosa del informe, que es como el mecanismo anual para que el gobierno rinda cuentas, podría ser mucho más amigable para el ciudadano, más oportuno y directo, este es un problema en general. Además, se requieren reglas para justificar los nombramientos o las ratificaciones del personal, necesita haber más claridad en los informes que rinden las comisiones, de su periodicidad. Es necesario actualizar algunos rubros financieros. Como dije, el Congreso comparativamente hablando tiene un sistema de ingreso y de gasto firme, detectamos que se requiere analizar cómo se distribuyen algunas partidas, como la 4411 (la que las y los diputados destinan recursos a apoyos sociales) o la 3852 (de gastos de operación de diputados), cuáles son los rangos salariales para generar una compensación equitativa y justa, entre otros.
AM. En el caso de la colaboración interparlamentaria ¿Qué hallazgos hubo?
LCU: Ahí hay un desafío, porque como la mayoría parlamentaria define por mayoría los votos y encontramos entre algunos legisladores la queja de esta famosa palabra que se usa en términos denostativos, de que hay mayoriteo, fue un comentario que tuvimos de legisladores de oposición, que básicamente el Gobierno del Estado a través del grupo parlamentario del partido oficial marcan la agenda y deciden todo, misma crítica que se hace en otros congresos respecto a otros partidos, pero eso sí lo encontramos.
AM. Las sugerencias que Integralia hace al Congreso, ¿tienen caducidad?
LCU: Hay dos consideraciones muy importantes: hay una transición a una nueva legislatura que ocurrirá en las próximas semanas, es importante que se aproveche para cuidar lo que funciona y para cambiar lo que se debe cambiar, el estudio da una serie de recomendaciones precisas. La segunda es que la nueva legislatura tendrá un balance diferente, que lo aproveche como una oportunidad para exigir cuentas al nuevo Gobierno del Estado y para mejorar sus procesos internos y ser más profesional.
AM. Por su experiencia como titular del IFE, ¿cómo vio la actuación del presidente López Obrador en las pasadas elecciones?
LCU: Es un presidente muy incongruente, porque lo que pedía en 2006, parece que cambió su posición, de donde estaba quejándose, a convertirse en el violentador más sistemático de la Constitución de la era moderna de México, es la elección más inequitativa de la historia de México. A la vez, es la elección con un mandato más contundente de la población, es decir, fue muy inequitativa y esto claramente generó un piso disparejo, pero por otra parte la gente tuvo una voz que es clara hacia la continuidad, entonces se tiene que aceptar el resultado como democrático, de un mandato popular, pero se tiene que denunciar la enorme inequidad de esta elección. Si esta inequidad se mantiene, nunca más vamos a volver a tener elecciones competidas, libres y justas y ese es el tema que debemos tutelar, porque Morena hoy tiene un mandato de continuidad, pero en cinco años, en dos o en 20 años, cambiará ese humor social pero si en ese momento no hay las condiciones de una competencia justa pues entonces no habrá manera de que la gente pueda cambiar, ese es el tema de fondo.
AM. ¿Cómo fue el papel que jugó el INE?
LCU: Creo que en la parte organizacional lo hicieron bien, como siempre lo han hecho en los últimos 30 años, pero en la parte del arbitraje político fueron tibios o complacientes y omisos por el hecho de que no hayan podido poner en orden al Presidente, que desde hace dos años o desde hace cinco años viene violando la ley electoral, el hecho de que hayan tolerado campañas anticipadas de casi dos años de duración y el hecho de que los gastos hayan sido excesivos, que los programas sociales como nunca antes hayan sido usados con fines políticos, el INE fue omiso, eso es una mancha de elección definitivamente.
AM. ¿Y qué identificó en la campaña de la candidata de la oposición, Xóchitl Gálvez?
LCU: Creo que fue una campaña poco profesional: primero, el equipo que conformaron no era un equipo, fue un equipo cambiante. Segundo, la campaña no logró definir un mensaje congruente y consistente. Tercero, la vinculación de la campaña presidencial con las campañas locales de otras candidaturas nunca existió. Cuarto, muchos votantes y eso se vio en las encuestas de salida, no la veían presidencial ni como una candidata seria, preparada para el cargo. Cuando uno compara la campaña de Claudia Sheinbaum -abanderada por Morena y sus aliados-, que fue muy profesional y un factor que jaló al resto de las candidaturas de Morena hacia arriba, uno ve que Xóchitl no fue un factor de empuje, al contrario, Xóchitl quedó por debajo de la mayoría de las candidaturas de los partidos que la postularon, sí hay es un contraste y esto no es culpa de los partidos que la postularon, porque luego se dice ‘es que ya no pudo crecer porque los partidos la opacaban’, en parte cierto, la marca del PRI y del PAN es demasiado negativa, pero también creo que faltó profesionalismo en su campaña.
AM. ¿Qué hay de nosotros, la ciudadanía? Muchas personas que fueron capacitadas como funcionarios de casilla al final no asistieron.
LCU: La gente no tomó esta elección como si fuera cosa de vida o muerte, algunos medios opinadores o la llamada Marea Rosa gestaron esa idea pero para la gente no hay nada urgente, al contrario, está satisfecha y optimista, contenta de la continuidad. Segundo: la participación en las casillas se cayó del 63 a 60 por ciento, y tercero, respecto a estas personas que mencionas, que no fueron el día de la votación, puede deberse a dos cosas: a que se quedaron dormidos o a que los sobornaron para que no fueran, eso es una acusación que siempre se hace.
AM. Para finalizar, ¿qué hay de la situación político-electoral de Guanajuato?
LCU: Guanajuato es una isla, en el sentido de que por una parte lo gobierna el PAN y ya quedan muy pocas entidades, en el caso del PAN, cuatro entidades y en el caso de la oposición quedan seis o siete. Segundo, creo que Guanajuato tiene el desafío de mantener la ruta de progreso económico y social que ha tenido, luchar contra los problemas de inseguridad y aparte lidiar con un entorno nacional que es diferente. Ustedes viven aquí en una isla política respecto al resto del país, ¿cómo van a lidiar con eso en los próximos años?, creo que es un desafío, igual que en Aguascalientes, probablemente en Querétaro, pero todas estas entidades, si las tendencias continúan, es probable que en algunos años acaben siendo dominadas también por Morena.
DAR