Salamanca, Guanajuato.- San Juan de la Presa, el asentamiento religioso más antiguo de Salamanca, celebró este 24 de junio la fiesta patronal en honor a San Juan Bautista. Desde temprana hora hubo música de banda y se instalaron pequeños puestos con quesadillas y los tradicionales rosquetes que se elaboran a base de trigo y piloncillo.
El templo del barrio de San Juan lució adornado con flores y telares en color amarillo y blanco, a las 13:00 horas se ofició una misa en el atrio y durante todo el día el pequeño recinto fue visitado por cientos de salmantinos y personas que llegaron en peregrinaciones.
Por la tarde noche tuvo lugar la verbena popular con venta de alimentos, postres, juegos mecánicos y grupos musicales.
Cabe mencionar que en esta tradicional festividad se acostumbran las bebidas en “cantaritos” porque San Juan de la Presa fue la cuna en Salamanca del oficio artesanal de la cerámica de barro.
Data la historia que había temporadas donde se llegaban a producir más de 12 mil 400 docenas de piezas de cerámica de barro.
Fiesta de San Juan, una antigua celebración
En antaño, esta celebración iniciaba durante la madrugada y a las 6 de la mañana se efectuaba una procesión en la que participaba la gente del barrio, el sacerdote, la mayordomía y personas que acudían a visitar la capilla, al frente iba la figura de bulto o un estandarte con la imagen impresa de San Juan Bautista.
El contingente caminaba por la ribera del río y al llegar a un punto donde el agua estaba más clara se hacía oración por el buen temporal, se emitía un mensaje sobre el bautismo que recibió Jesucristo en manos de San Juan Bautista y ese momento se recreaba con la gente bautizándose en el río Lerma.
La gente que visitaba el templo y daba limosna recibía como reliquia de las fiestas patronales de San Juan Bautista, un zacate y un jabón para que se bañara en el río, también le regalaban la medallita de San Juan o una estampita con su imagen.
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