LA CANCILLER canadiense, Mélanie Joly, se llevó tarea en su equipaje de regreso a Ottawa luego de reunirse con la virtual Presidenta, Claudia Sheinbaum.

ADVERTIDA de que disponía de sólo 15 minutos, le planteó tres puntos muy concretos: la revisión del T-MEC, la política energética del nuevo gobierno y la seguridad de las inversiones canadienses.

LA REPRESENTANTE de Justin Trudeau recibió tres respuestas directas y sucintas: primero, el compromiso de conversar sobre los temas espinosos que pudieran surgir en la revisión del tratado.

SOBRE la política de energía, le dijo que se buscará una transición hacia energías renovables en la que se espera mucho de firmas canadienses, siempre y cuando se respete el esquema de un máximo de 46 por ciento de inversión privada, sobre todo en materia eléctrica.

FINALMENTE, la próxima mandataria le adelantó que habrá un esquema para proteger las inversiones extranjeras y la estabilidad económica.

PARA CERRAR, la morenista le dijo a la canciller que tenía un cuarto punto a tratar: la revisión de las visas canadienses, tanto las impuestas este año para el ingreso de mexicanos como las de trabajo que ella considera muy relevantes en la relación bilateral.

EL ENCUENTRO, dicen, fue concreto y fructífero, con muy buena química. Ya se verá si en el futuro se mantiene el buen tono y, sobre todo, si llegan los buenos resultados.

 

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COMO que los diputados federales no fueron tan buenos anfitriones de los ministros de la Suprema Corte en el primer foro de consulta de la reforma judicial.

SE RESTRINGIÓ el paso de personal de apoyo de los ministros y el orden de participaciones que se les había adelantado fue alterado.

Y CUANDO todos esperaban que se cumpliría con el gesto de cortesía de que la presidenta Norma Piña cerrara la reunión, de manera sorpresiva hizo uso de la palabra el ex titular de la Corte Arturo Zaldívar para confrontar a sus ex colegas.

ASÍ ES QUE, lo que había comenzado más o menos bien, acabó abollado por las malas formas de los legisladores.

 

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CUENTAN que el segundo aplazamiento de la audiencia por el caso del llamado “Cártel Inmobiliario” en la CDMX no tomó a nadie por sorpresa en la Fiscalía capitalina que encabeza Ulises Lara.

Y ES QUE, desde que se pospuso la primera cita que era para febrero y el juez la mandó hasta mediados de junio, se les acabó la prisa dado que el asunto ya no tendría efecto en los resultados de la elección local.

ASÍ ES QUE, ahora que el tema se movió a octubre, recibieron la noticia con un encogimiento de hombros y un leve tronido de boca.

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