León, Guanajuato.- Del colectivo Seres A.C., que trabaja con la comunidad LGBTI, personas que ejercen el trabajo sexual, así como niñas, niños y jóvenes en desventaja social, promoviendo la educación integral sexual, su director, Silverio Ramírez Urbina, reprobó que se quiera eliminar el Fidesseg, del cual esta organización se ha visto beneficiada.
A decir de Silverio, este ha representado una gran ayuda para Seres, pues han inscrito y recibido apoyo para varios proyectos.
“Ingresamos un primer proyecto con ellos para trabajar en el municipio de Guanajuato la educación integral de la sexualidad, focalizada a adolescentes y jóvenes. Se pretendía brindar un conjunto de herramientas psicosociales y también una batería de servicios para la atención de la salud sexual y reproductiva en este sector de la población.
“El fin último era incidir en la disminución de embarazos en adolescentes, la prevención de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH, la detección temprana de infecciones y que tuvieran acceso oportuno a servicios especializados para ser atendidos, para el ejercicio de una sexualidad más placentera y responsable, en base a evidencia científica. El proyecto fue aprobado y está todavía en operación, vence ahorita en septiembre del 2024”, precisó.
Para este año ingresaron un proyecto más, fortalecer sus centros comunitarios con la ampliación de sus instalaciones y por todo esto es que enfatiza que es importante que el Fidesseg siga adelante.
Definitivamente sí, porque hay mayores posibilidades de que las organizaciones puedan establecer estrategias más ambiciosas, que apunten en mediano y largo plazo al desarrollo social de la población en Guanajuato en condiciones de vulnerabilidad social”, sostuvo.
Y en este mismo sentido, reprobó que los diputados locales hayan lanzado la propuesta de extinguirlo sin consultar a las asociaciones civiles.
“Desgraciadamente yo considero que es una repetición de lo que ocurrió con el Gobierno Federal hace seis años, que sin diagnosticar, sin consultar, sin tener un acercamiento con la sociedad civil, sin conocer realmente la operatividad de los recursos y, más importante, sin conocer el trabajo de las organizaciones mismas, se busca recortar, eliminar y sacar del acceso a recursos públicos a la sociedad civil”, anotó.
En este tenor, finalmente sugirió que si se encuentran aspectos que se puedan mejorar o ajustar, se hagan, pero sin extinguirlo.
“Todo proceso es susceptible de mejora, sobre todo en políticas públicas y considerando que es un fideicomiso que tiene poco tiempo de operación, habría que ayudarlo en su estructura y en su ruta crítica para que realmente cumpla su objetivo, pero que no de tajada o por ocurrencia se recorte.
“Yo creo que una buena decisión sería medir el impacto social que hasta hoy ha tenido. El impacto social sí viene a justificar la existencia de este y las organizaciones que estamos trabajando, pues sí podríamos presentar evidencias del impacto y cómo se han beneficiado los sectores sociales que el mismo Estado ha colocado en situación de desventaja social”, remató.
LALC