Caracas.- Cuando restan 24 días para las elecciones presidenciales de Venezuela, el proceso electoral entra el jueves en su último tramo con el comienzo oficial de la campaña de unos comicios en los que se elegirá entre la continuidad del proyecto político ideado por el fallecido Hugo Chávez o tomar otro rumbo tras 25 años de gobiernos que se consideran socialistas.
Aunque los 10 contendientes -incluido al presidente Nicolás Maduro que aspira ser reelecto para un mandato de seis años- recorren el país desde hace meses con el propósito de animar a los venezolanos registrados en el padrón electoral a que acudan a votar el día de los comicios, las autoridades fijaron la campaña oficial desde el 4 al 25 de julio, justo tres días antes de la elección presidencial.
Como ha sido habitual en el país sudamericano en las últimas dos décadas, gobierno y oposición miden fuerzas el primer día de campaña con caravanas y marchas en Caracas a corta distancia unos de otros.
La Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora, anunció que en la capital venezolana se realizará la primera de 10 caravanas para acompañar en las distintas regiones al exdiplomático Edmundo González Urrutia, su candidato unitario.
Al respecto la coalición indicó en un comunicado que los distintos puntos de concentración en Caracas y en otras regiones serán anunciados oportunamente. Según varios de sus dirigentes la idea es “no facilitarle las cosas al gobierno”. Exhortaron en consecuencia a sus seguidores estar “atentos” a los anuncios.
Como suele ocurrir en Venezuela desde 1999 -cuando Chávez asumió el poder- cada vez que la oposición hace una convocatoria los militantes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela realizan actos en las inmediaciones y bloquean el paso de los opositores, argumentando razones de seguridad para evitar posibles enfrentamientos.
El oficialismo, por su parte, anunció que la tarde del jueves sus seguidores marcharían desde 22 puntos de la ciudad rumbo al palacio de gobierno en el centro de Caracas.
Los comicios del 28 de julio marcan el retorno del principal bloque opositor a una elección presidencial pues en 2018 los comicios en los que Maduro fue reelecto fueron boicoteados por los principales partidos de oposición -muchos de los que hoy forman parte de la Plataforma Unida– alegando que no existían condiciones justas y transparentes para la elección.
Batallas ganadas
En las elecciones regionales de 2021 la oposición alcanzó varios éxitos, incluida la gobernación de Barinas, estado natal de Chávez -un feudo de la familia del exmandatario durante casi dos décadas- y aunque las condiciones están lejos de ser las ideales los opositores están particularmente animados por el descenso en la popularidad de Maduro, para muchos asociado con la compleja crisis que azota al país.
Esta elección -en la que más de 21,3 millones de electores están facultados para votar- se perfila como el mayor desafío que ha enfrentado el oficialismo en sus 25 años en el poder, 11 de ellos bajo el mandato de Maduro pues el partido gobernante busca mantener el control de todas las ramas del poder por al menos seis años más, pero su base está dividida, disminuida y decepcionada, según algunos analistas.
Muchos venezolanos están hastiados con la crisis social y económica -caracterizada por la pobreza, el hambre, la enfermedad y la delincuencia- que en la última década empujó a más de siete millones de personas a emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
De los nueve candidatos que enfrentan a Maduro, González Urrutia, de 74 años, pese a ser casi desconocido por la mayoría de los venezolanos, se erigió en abril como su principal contrincante luego de que fue bloqueada la candidatura de la líder opositora María Corina Machado, ganadora por más 92% de los votos de las primarias de octubre.
Machado fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años justo después de anunciar su intención de participar en las primarias.
González Urrutia fue inscrito originalmente como candidato provisional a la espera de que Machado lograse revertir su inhabilitación, pero esa posibilidad fue truncada por el Tribunal Supremo. La postulación de su primera alternativa, Corina Yoris, también fue bloqueada por razones aún desconocidas. Finalmente quedó postulado González Urrutia.
Machado ha seguido recorriendo el país para promover la candidatura del exdiplomático.
Las posibilidades de triunfo de los otros ocho candidatos son remotas. Estos son el pastor evangélico Javier Bertucci, el exlegislador opositor independiente Enrique Márquez; Claudio Fermín, exalcalde de Caracas; el exprisionero político Daniel Ceballos, el abogado Antonio Ecarri, el comediante Benjamín Rausseo, así como los diputados opositores disidentes Luis Eduardo Martínez y José Brito. Ninguno de ellos alcanza el 3% en las distintas encuestas de intención de voto.
JJJC