“Quien no conoce su historia, está condenado a repetirla”.
Santayana
Resumamos, a grandes zancadas, nuestras luchas generacionales para conquistar la libertad y finalmente la democracia con su voluminoso alud de inmensas ventajas populares. Destruimos el país para conquistar nuestra independencia, a partir de 1810. Resistimos invasiones como la de Barradas, la Guerra de los Pasteles, perdimos la guerra contra los Estados Unidos y nos arrebataron la mitad del país. Padecimos la Guerra de Reforma, la intervención francesa, la interminable dictadura porfirista, estalló la Revolución, en 15 años que van de 1913 a 1928, 3 presidentes mexicanos fueron asesinados, sufrimos la Rebelión Cristera, la diarquía Obregón-Calles, la Dictadura Perfecta y la alternancia en el poder. ¿Todo ese terrible duelo para permitir ahora, en 2024, el arribo de una nueva dictadura?
Renuncio a utilizar improperios para calificar las propuestas antipatrióticas de López Obrador, solo me pregunto: ¿por qué traicionó el legado de Hidalgo, Morelos, Josefa Ortiz, Ponciano Arriaga, Mariano Otero, Juárez, Melchor Ocampo, Ignacio Ramírez, Valentín Gómez Farías, Madero, Gómez Morín, entre otros tantísimos más? ¿Por qué decidió extinguir nuestra incipiente democracia, el vivero en donde reproduce lo mejor del ser humano? ¿Por qué insiste en una interpretación de la Constitución que le permitiría hacerse de una representación legislativa que el electorado jamás le concedió, para contar con una mayoría calificada indispensable para volver al país de un solo hombre, sin contrapesos políticos, como en los años trágicos y retardatarios de López de Santa Anna? ¿Por qué la obcecación de controlar el Poder Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo con un manotazo?
¿Por qué acabó de un plumazo con el servicio exterior de gran prestigio internacional, para avergonzarnos en el concierto de las naciones? ¿Por qué comprometió a las futuras generaciones al contratar una deuda pública equivalente a 7 o más Fobaproas? ¿Por qué atentó en contra de la salud de los mexicanos marginados al destruir el Seguro Popular y el Insabi? Sí, ¿por qué causar tanto daño? ¿Por qué canceló el abasto de medicinas a través de una farmacia que no surte recetas? ¿Por qué no luchó jamás por un México sano y por el contrario, no se inmutó ante la muerte de 800,000 mexicanos en la pandemia, sin olvidar a los pequeñitos desamparados que se quedaron sin vacunas, sin quimioterapias y sin estancias infantiles? ¿Por qué el odio a los niños desde que amenazó su futuro al destruir el sistema educativo? ¿Por qué sabotear los tratados internacionales, como el T-MEC del que depende, en buena parte, la fortuna de México? ¿Cómo fue posible que se negara a rescatar a los pobres de sus terribles condiciones de vulnerabilidad, alegando que tan pronto accedieran a la clase media, al ser unos mal agradecidos, ya no votarían por Morena? ¿Por qué desperdició el ahorro público, cientos de miles de millones de pesos en obras que nacerán quebradas, cuando el 40% de las escuelas oficiales de primaria carecen de servicios sanitarios? ¿Por qué acabó con la paz pública al permitir la operación de la delincuencia organizada y autorizada que ya controla la mitad del territorio nacional? ¿Por qué crear el pánico social y estimular el miedo a invertir con los consecuentes perjuicios de índole social?
Me es muy claro que los resentidos intentan destruir su entorno para saciar su apetito de venganza. En su caso, ningún placer superior para recuperar la paz perdida, que generar el mayor daño ajeno posible.
130 millones de mexicanos pendemos de un hilo muy delgado que, de romperse en los próximos meses, no solo arruinaría el esfuerzo de nuestros ancestros para heredarnos un México mejor para todos, sino que advendría la imposición de una nueva tiranía que habríamos de sacudírnosla por medio de la violencia, como si no hubiéramos aprendido nada de nuestra historia. El hilo se puede romper, si AMLO logra hacerse aviesamente de la mayoría calificada, así de delgado es el hilo. No tiene derecho. No lo permitamos. Pocos, muy pocos en México, habrán votado por una nueva dictadura. Apoyemos con todo a nuestros actuales jueces con todos sus defectos y debilidades. Ya pronto haremos una reforma que consolide el Estado de Derecho y el orden jurídico.
¡Cuánto peligro! ¡Cuánta indolencia! ¡Cuánto desprecio por los supremos intereses de la patria! De un hilo, ¡sí!, de un hilo…
@fmartinmoreno