Con información de Eribaldo Gutiérrez
La comunidad de la diversidad sexual se hace escuchar en diferentes espacios de la vida pública para reflexionar sobre avances y pendientes en el reconocimiento de los derechos.
Alzan la voz en marchas
Un año más alzando la voz por la comunidad LGBTI. Christian Murillo Ramírez y José Juan Gabriel Ramírez Hurtado, son ciudadanos celayenses que participaron el sábado 29 de junio en la Marcha del Orgullo LGBTI 2024 en la Ciudad de México.
Christian Murillo, quien acudió de manera independiente y como medio de comunicación autónomo “Imperio Gay”, compartió que tras haber participado por primera vez en el año 2013, esta es la séptima ocasión en que lo hace, pero esta vez como primer medio de comunicación LGBTI del estado.
Para Christian, la Marcha del Orgullo LGBTI es una de las oportunidades más importantes de los ciudadanos para dar visibilidad a la comunidad que desde junio de 1978 ha alzado la voz en México ante la falta de derechos igualitarios.
“Siempre mi motivación ha sido levantar la voz por los abusos y la falta de derechos igualitarios, yo fui víctima de bullying desde niño, durante mi adolescencia e incluso ya en la época universitaria, y lo que más me lastima es que niños y niñas en su desarrollo sigan padeciendo discriminación; esta marcha en especifico será para dar visibilidad a la comunidad”, comentó antes de la cita.
Aunque desde los 13 años pensó en el suicidio como una opción para dejar de sufrir las burlas y la discriminación, el apoyo de su familia, padres, hermanos y amigos lo ayudaron a salir adelante, por lo que ahora busca como medio de comunicación independiente difundir las historias de vida de la comunidad para dar visibilidad a sus necesidades.
“Debe hacerse mucho trabajo tanto en el ámbito público, educativo y privado para que todos los sectores tengan un desarrollo de vida sano y libre de juicios y prejuicios, al final la diversidad no solo en este tema sino en la vida misma es lo que construye a la sociedad en la que vivimos y hoy más que nunca vivir con libertad es lo que todos queremos”, dijo.
Por su parte, José Juan Gabriel Ramírez Hurtado quien es coordinador general Inclusión Social Bajío LGBTI en Celaya, compartió que es la novena ocasión en que el colectivo participa en la marcha nacional.
Fueron cerca de 51 miembros tanto del colectivo como ciudadanos de la comunidad, quienes viajaron hasta la Ciudad de México con el objetivo de representar masivamente a la comunidad LGBTI de Celaya.
Es muy importante poder asistir porque entre más gente haya nuestro gobierno voltea a ver a la comunidad LGBTI de manera que dicen no son nada más 100, 200, mil, no, es muchísima gente y de esa manera ellos tienen también cómo legislar para nosotros”, dijo.
Para José Juan Gabriel Ramírez Hurtado la marcha es una representación masiva de la población de esta comunidad a nivel nacional que a diario sufre de discriminación.
Por la discriminación que llegó a sufrir tanto en la escuela como en diversos espacios públicos, es que desde hace 14 años encabeza el colectivo Inclusión Social Bajío LGBT, que este año se sumó a la Marcha del Orgullo LGBTI.
‘Ya no podía esconderme’
“Ya soy una persona grande, tengo 46, yo ya no me voy a estar escondiendo y lo que me digan o no me digan o lo que opinen (…) soy un parteaguas aquí en Presidencia (Municipal) para que la gente que es trans también salga”, mencionó Wendy Alicia Espinoza Guadarrama, trabajadora transgénero del Gobierno Municipal de Irapuato.
Contó que ella decidió salir del clóset con sus compañeros de trabajo y sus jefes y lo cual la hecho más feliz al sentirse libre y mostrar quien es en realidad.
La mujer transgénero mencionó que tiene ocho años trabajando en el Gobierno Municipal de Irapuato y desde que entró siempre ha tenido esa identidad y expresión de género, sin embargo, había decidido ocultarlo hasta hace año y medio que decidió ir a trabajar vestida del sexo que en realidad se identifica.
“Hubo un momento en el que dije, ya no puedo seguir escondiéndome así, en el trabajo, en diciembre del año antepasado, hubo una pastorela y estaba la presidenta y entonces le dije, presidenta en realidad le quiero pedir apoyo, porque voy a hacer esto, soy así y voy a venir a trabajar de chica y lo único que le pido es que me apoye”, dijo.
Expresó que desde que decidió salir del clóset al 100 % hubo muchos cambios en ella, uno de ellos su carácter, ya que no se siente tan presionada.
“Le he bajado al enojo y al coraje que tenía y en realidad me siento muy feliz, siento esa realización padre de estoy rompiendo mis paradigmas de que yo me escondía y andaba ahí en los rincones, ahora soy muy consciente de esa libertad que tengo ahora me limpio la mente y ya no estoy pensando cosas tan tontas y feas”, agregó.
Expresó que a ella le gusta ser un ejemplo entre sus compañeros y los invita a ya no esconderse y ser libres como ella, siendo las marchas del Pride el mejor escenario para hacerlo.
En cuanto a su experiencia de salir del clóset con sus compañeros del trabajo, platicó que había gente que no sabía que en sus tiempos libres ella se vestía como siempre quiso, solo los más cercanos a ella lo sabían.
“Desde hace mucho tiempo me estuvieron apoyando, me decían ya hazlo, porque me veían en la calle u otros lados como realmente yo soy, me decían ‘para qué te escondes, ya en el trabajo necesitas saberlo’, entonces lo hice y aquí en el trabajo hay mucha gente que me apoya, sobre todo en mi oficina que es donde yo estoy en vídeo y los muchachos desde que les dije me han apoyado, el jefe me ha dicho ‘tienes todo mi apoyo’”, indicó.
Sin embargo, también ha escuchado comentarios malos donde critican que entre al baño de mujeres o el simple hecho de usar ropa de mujer.
“Hay opiniones encontradas, pero la gran mayoría aquí en presidencia han sido a favor, porque yo creo que son otros tiempos, porque cuando estuve en universidad del 98 al 2003 y venía a Irapuato vestido de mujer, todavía me atacaban y me decían muchas cosas”, refirió.
Expresó que hoy en día hay algunos comentarios que le hacen en la calle, sin embargo, prefiere ya no hacerle caso a malos comentarios, pues ella está para dar paz y dar ejemplo que se tiene que estar en convivencia sana.
Contó que en el trabajo quienes son su pilar importante son sus compañeras, pues fueron ellas a las que les dijo lo que iba a hacer para salir del clóset.
Muchas muchachas aquí en el trabajo me han ayudado, más mujeres, pero sin duda quien más me ha ayudado a salir y quien me apoyo en todo con pláticas en su asociación, fue Arturo Álvarez (activista LGBTI)”, indicó.
En su proceso de transición, platicó que por el momento está con la hormonización para comenzar a verse más femenina físicamente, sin embargo, esperará a hacer su cambio de identidad pues aún no se considera que es una mujer en el físico y quiere hacerlo.
Persiste deuda con comunidad
Las razones para seguir marchando por el respeto y libertad de la comunidad LGBTI es porque, aunque hay más aceptación, persiste una deuda para que se cumplan los derechos humanos de la comunidad en temas de salud, educación y leyes, señaló Daniela Campos, coordinadora de la sede Guanajuato de La Casa de las Muñecas Tiresias A.C.
Si bien durante junio se enfatiza para hacer la visibilización de esta comunidad, lamenta que en el estado de Guanajuato no se pueda realizar el trámite de cambio de identidad de género de forma sencilla y gratuita, ya que tienen que recurrir a los amparos.
Tampoco se tienen cifras de si existen mujeres transgénero dentro de las cárceles. En temas de salud es muy complicado conseguir medicamentos para VIH o medidas de educación sexual.
“No hay un respeto genuino de los derechos humanos de las personas LGBTI”, dijo.
Refirió que hay empresas y/o gobiernos que aprovechan el mes del orgullo de esta comunidad para manifestar que respaldan la causa, pero no es así en la realidad.
“Abusando de que a la gente le interesa más, ahí viene la falta de moral y ética, por decir sí apoyamos, pero de lejitos”, indicó.
Mencionó que han tenido casos de chicas transgénero a las cuales no se les facilitan derechos humanos como el simple hecho de tener un baño, pues las contratan en empresas y dicen que tienen equidad de género, pero al final no las dejan pasar al baño.
Señaló que lo principal que tienen que hacer tanto gobiernos como empresas, es la aceptación, puesto que evaden sus responsabilidades.
“Lo primero sería aceptarlo, entenderlo y de ahí empezar a trabajar para empezar a tener resultados exitosos, porque luego sucede que se acercan instancias y al final les niegan sus derechos humanos”, concluyó.
AM