Guanajuato.- Después de 35 años de existencia en la vida política nacional, cuatro fueron los motivos de la debacle y finalmente pérdida del registro del PRD: la división interna, propiciada por Andrés Manuel López Obrador; el éxodo masivo de dirigentes y militantes, encabezados por AMLO, para formar un nuevo partido: Morena.
Además del desprestigio nacional que le generó la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida con dos gobiernos perredistas, y la prevalencia de las corrientes internas.
Así lo diagnosticó Carlos Navarrete Ruiz, exfundador, expresidente nacional, exsenador, exdiputado federal y exdiputado local de ese partido, en entrevista exclusiva con AM.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) nació el 5 de mayo de 1989, y fusionó la izquierda de todo el siglo XX, con Cuauhtémoc Cárdenas y el ala progresista del PRI, a la cabeza.
Sin embargo, en la elección del 2 de junio pasado, al no alcanzar el 3% de votación mínima requerida por la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, el INE declaró que este partido perdió el registro en todo el país.
AM: ¿Fue en el sexenio de Ernesto Zedillo que empezaron los triunfos en las gubernaturas del PRD?
Carlos Navarrete (CN): Sí. Después de la segunda derrota de Cuauhtémoc Cárdenas en la elección presidencial, en 1994, en 1997 el Presidente Zedillo acepta que se elija el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México por primera vez, y fue Cuauhtémoc Cárdenas, por el PRD, por tres años. Antes la Ciudad de México tenía un regente, nombrado por el Presidente de la República.
También se empiezan a ganar estados, con figuras del PRI que al no ser postulados, se iban al PRD y ganaban elecciones: Ricardo Monreal en Zacatecas; Alfonso Sánchez Anaya en Tlaxcala; Leonel Cota Montaño en Baja California Sur. En alianza con el PAN, Antonio Chavarría en Nayarit.
Y se empiezan a ganar elecciones de gobernador, diputaciones de mayoría, muchas presidencias municipales, en Guerrero, Estado de México, Michoacán, Tabasco, Chiapas. Aquí mismo en Guanajuato, el PRD empieza a tener algunos triunfos municipales: Acámbaro, Valle de Santiago, San José Iturbide, Villagrán, Cortazar, Santiago Maravatío, Salvatierra, Juventino Rosas. Llegó a tener hasta siete presidentes municipales y hasta cinco diputados locales en el Congreso. Creo que fue en la Legislatura de 1997, donde estaba Malú Micher, Fito Montes de la Vega, José Luis Barbosa. Los primeros diputados que tuvo el PRD de mayoría fueron de Valle de Santiago y otros de representación proporcional.
AM: ¿En qué momento tuvo el PRD su máximo esplendor? ¿Cuántas gubernaturas llegó a tener de manera simultánea en el país?
CN: Además de los estados mencionados, ganamos Michoacán con Lázaro Cárdenas Batel (hijo de Cuauhtémoc Cárdenas). Y luego con Leonel Godoy. Luego en alianza ganamos Chiapas con Pablo Salazar Mendiguchía.
Guerrero lo ganamos con Zeferino Torreblanca, él venía del sector empresarial. Después un priísta renuncia al PRI y gana la gubernatura con el PRD: Angel Aguirre Rivero.
AM: En la Cámara de Diputados y en la de Senadores el PRD llegó a tener también un gran peso.
CN: En 1997 fue el primer “levantón” que damos, siendo presidente del PRD Andrés Manuel López Obrador a nivel nacional. Fue la bancada mayor que tuvimos en la Cámara de Diputados. Por los distritos de mayoría, habíamos ganado muchos en la Ciudad de México y en otros estados. No lo recuerdo bien, pero fácilmente tendríamos alrededor de 78 diputados.
Y luego siguieron más triunfos entre 1997 y 2000, fue la etapa de mayor intensidad del siglo pasado.
AM: ¿Qué fue lo que le pasó al PRD para que empezara su debacle?
CN: Llega el 2000, Cárdenas tiene su tercera derrota electoral en la búsqueda de la Presidencia de la República, y Andrés Manuel pasa de ser presidente nacional del PRD a ser Jefe de Gobierno de la Ciudad de México.
Y ahí viene un primer fenómeno: el PRD cierra una etapa con un líder carismático, Cuauhtémoc Cárdenas. Hay una sustitución de liderazgo carismático. López Obrador opaca y margina al ingeniero Cárdenas. No lo llama a su equipo, lo manda al ostracismo y emerge él como el nuevo líder del PRD y hace un buen Gobierno en la Ciudad de México, desde 2000 hasta diciembre de 2005, en que deja el cargo.
Entonces, viene un recambio de líder y López Obrador se convierte en el nuevo factótum del PRD: líder interno, líder externo, muy atractivo electoralmente, buen Jefe de Gobierno.
Y el PRD se mantiene entre los 13 y los 19 puntos en 2003.
En 2005 viene el intento del desafuero de López Obrador, Vicente Fox pretendía encarcelarlo, no lo logra, pero lo que hace es catapultarlo. Y Andrés Manuel se convierte en el candidato natural del PRD a la Presidencia de la República y del PT y Convergencia (ahora Movimiento Ciudadano).
Y con él vamos a la elección de 2006. Y oh sorpresa, lo que Cárdenas no había logrado ni en 1994 ni en 2000, Andrés Manuel disputa al PAN la Presidencia de la República. El PRI quedó en tercer lugar. Pierde la elección por 0.56% y se convierte en un fuerte rival de Felipe Calderón.
Seguimos ganando gubernaturas y senadurías, pero viene una ruptura interna entre 2009 y 2012, siendo Andrés Manuel líder de un movimiento que él crea y le llama Movimiento de Regeneración Nacional Asociación Civil, siendo miembro del PRD.
AM: ¿En qué consistieron esas discrepancias internas?
CN: Las discrepancias empezaron desde la lucha poselectoral de 2006, cuando Andrés Manuel, sin consultar a nadie, decide que para presionar al voto por voto hay que tomar (Avenida) Juárez, el Zócalo y Reforma. Y el movimiento se queda en la calle por semanas a la espera de que el Tribunal Electoral decida quién ganó la elección.
Y cuando el Tribunal decide que Calderón había ganado la Presidencia, Andrés no reconoce el triunfo.
Ahí había discrepancias, porque Andrés había pedido que todos los senadores y diputados que habíamos ganado, renunciáramos a nuestros cargos y no tomáramos protesta. Senadores éramos 36 de los tres partidos, yo dirigía la bancada del PRD en el Senado con 29 senadores y siete senadores tenía el PT y Movimiento Ciudadano.
Y diputados federales eran más de 100, fue la mayor bancada que tuvo el PRD en toda su historia: en 2006. Nadie estuvo de acuerdo.
¿Cuál fue la segunda discrepancia? la elección interna en 2009. López Obrador quería de presidente a Alejandro Encinas y los grupos del PRD querían a Jesús Ortega. Y esa disputa terminó en la anulación del proceso electoral interno. Y por lo tanto en la repetición de la elección, por decisión del Tribunal Electoral, en donde Jesús Ortega fue electo presidente.
Y viene una disputa entre la dirigencia del PRD y la dirigencia del movimiento de López Obrador. En la elección de 2009, llamó a votar por el PT y por MC, pero no por el PRD, siendo militante.
Públicamente recorría el país diciendo: aquí está el PT y aquí está Movimiento Ciudadano, voten por ellos, pero no por el PRD, siendo perredista. Y volvió a ser candidato del PRD en 2012.
AM: ¿Y cómo lo volvieron a hacer candidato presidencial sabiendo que estaba boicoteando al partido?
CN: Ahí vino la contradicción principal del PRD: que reconocía que el liderazgo más fuerte que tenía en sus filas, aunque estuviera alejado, era Andrés Manuel.
Voy a la contradicción principal. En 2012, Enrique Peña Nieto siendo Presidente, inicia conversaciones con el PAN y con el PRD y plantea a los dos partidos que él no quiere gobernar con la anterior legislación, sino que quiere hacer una serie de reformas de hondo calado, de hacienda, de energía y de telecomunicaciones, de educación.
“No importa que Pemex se caiga a pedazos”: AMLO
Esas reformas se concretan en el Pacto por México, que se dan a conocer en diciembre de 2012 con PRI, PAN y PRD.
Y Andrés Manuel no comparte el acuerdo. Viene una discrepancia interna en una reunión muy álgida, muy ríspida, donde Andrés dice: “Esto no puede ser”. Y le dijimos: “Esto le ayuda a México”. Y su respuesta fue: “Puede ser que sí le ayude, pero también le ayuda a Peña Nieto”.
Oye Andrés, aquí planteamos el fortalecimiento de Pemex. No. Es que Pemex está muy mal, hay que modernizarlo y mejorarlo. No. Es que se puede deteriorar. Y su respuesta fue: No importa que Pemex se caiga a pedazos. Cuando lleguemos (a la Presidencia), lo reconstruimos”.
En este periodo de noviembre-diciembre de 2012, viene la ruptura interna, cuando Andrés Manuel anuncia su renuncia al PRD e inicia la construcción de un nuevo partido político. Arrancó la organización, con el movimiento que ya tenía, el Movimiento de Regeneración Nacional, para convertirlo en partido.
Entre 2013 y 2014, Andrés se dedica totalmente a construir su partido. En 2015, en la elección intermedia, el PRD obtiene el 11% de los votos. Y Morena, ya con registro como partido nuevo, obtiene el 8% de los votos. Dividió la votación histórica del PRD.
A mí me tocó dirigir esa elección, porque yo era presidente nacional del PRD.
Y viene el agudizamiento de la preponderancia de las corrientes internas del PRD. Un sistema interno que por años funcionó, pero que después se convirtió en un lastre y en una desgracia.
El PRD dejó de ser un partido que mirara hacia fuera a la sociedad, que encabezara causas, que fuera competitivo en los territorios, que eligiera candidatos en los distritos y municipios, que los estados tuvieran peso específico, y se convirtió en un partido centralizado en donde ya no había consulta a los militantes para decidir candidatos y dirigentes, sino que todo eran acuerdos entre grupos y corrientes.
La última elección interna que hizo el PRD fue en septiembre de 2014 para elegir dirigentes donde yo fui electo presidente nacional. Votaron en esa elección, dos millones 40 mil militantes. Yo gano con el 73% de los votos.
Ayotzinapa: la puntilla
Carlos Navarrete: El día que yo tomo posesión, el 3 de octubre de 2014, estalla la desgracia de Ayotzinapa. El 23 de septiembre había ocurrido la desaparición de los muchachos, pero el 3 de octubre descubren unas fosas clandestinas en Iguala y todo mundo supone que ahí están los muchachos enterrados.
No fueron, pero se desata ese maremagnum, ese drama terrible en donde están involucrados los grupos delincuenciales de Guerrero, el Gobierno Municipal perredista de Iguala (el presidente era José Luis Abarca), el Gobierno del Estado, perredista, de Guerrero, encabezado por Ángel Aguirre, expriísta y estaba involucrada la Procuraduría General de la República y el Ejército.
Y se arma una bola de nieve, esa madeja que se generó y que al PRD le impactó en el corazón. Le pegó en el corazón. ¿Cómo no iba a impactarnos si había ocurrido en un municipio gobernado por nosotros? Un estado gobernado por nosotros.
Un presidente municipal, José Luis Abarca, respaldado por López Obrador en la elección, pese a que en Iguala los compañeros le informaron que era un tipo vinculado con los delincuentes y que no debía ser candidato.
Hay una lona en el cierre de campaña de José Luis Abarca, en Iguala, donde dice: “Abarca no, es narco” en la elección municipal de 2012. Y Andrés desecha los gritos y las protestas y dice: “no, no, no, no vengan a hacer politiquería. Abarca es el candidato, lo abraza y le levanta la mano”.
Este conjunto de factores: el PRD se divide; Andrés forma un nuevo partido: Morena, logra el 8%; el PRD queda debilitado por el pacto por México. Todavía tuvo 11% en la elección intermedia de 2015.
Pero de 2015 en adelante, el PRD se descompone. La disputa interna de las corrientes, el pleito permanente, a muerte, de las corrientes. En su ensimismamiento, en no cuidar a la base militante, descuidó candidaturas competitivas.
El PRD se terminó de descomponer entre el 2015 y el 2018.
Entonces, el PRD inicia en 2012 una división interna que termina con la formación de Morena. En 2015 pasa del 18% al 11% y el nuevo partido Morena llega al 8%.
Pero entre el 2015 y el 2018, viene la gran crisis para Peña Nieto, que se va deslizando en un desprestigio público terrible: el saqueo, la corrupción, la Casa Blanca, Ayotzinapa. Y todo ese descontento que se genera en el país, el beneficiario no es el PRD, porque había firmado el Pacto por México con él en 2012. El beneficiario político y electoral fue López Obrador y su nuevo partido.
Y así llegamos a 2018, con un PRD debilitado, desprestigiado, envuelto en una pelea interna brutal, sin contacto con su base, su base abandonada.
Y en esos tres años viene un éxodo masivo de militantes hacia Morena, de dirigentes municipales y estatales, de cuadros políticos, de legisladores. El PRD, de 2015 a 2018 pierde a la mitad de sus electores.
En 2018, además pacta una alianza con el PAN y con Movimiento Ciudadano para llevar un candidato del panismo: Ricardo Anaya. Es la primera vez que el PRD no tiene candidato presidencial propio. Con Andrés creciendo con Morena, entonces el PRD saca el 5.5% para diputados en ese año y 2.6% para la Presidencia de la República.
Llegamos a 2021 y el PRD pasa del 5.5% a 4.1%.
Ya desde 2015 empezó el declive y en cada elección menos y menos y menos. Y entre menos votos tenía, más encerrado se quedaba, la lucha intestina era más cruenta, más brutal. Se fue achicando, se fue quedando sin dirigentes.
Terminó con un puñado de dirigentes, peleados internamente a muerte, sin trabajo político, sin mensaje, sin identidad, sin claridad. Mientras que Morena iba creciendo paulatinamente, vaciando al PRD y al PRI.
DAR