Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz es una mezcla de razas, idiomas, nacionalidades y esfuerzos que pocas veces se ve.
Nació en Enfield, una comunidad al norte de Londres, Inglaterra, un 20 de febrero de 1996. Su papá, Xavier Awiti, es keniano, y su mamá, María Dolores Alcaraz Pérez, es originaria de León, Guanajuato.
La pareja emigró a Londres en los 90 y allá formó una familia con cuatro hijos, incluyendo a Prisca Guadalupe, quien creció hablando inglés y aprendiendo español poco a poco por iniciativa de su mamá, quien se dedica a dar clases de yoga para mujeres embarazadas.
“Desde chica mi mamá nos hablaba en español y yo vine a México mucho de niña”, narró Prisca en una entrevista con la Comisión Nacional del Deporte en 2023.
“Íbamos de vacaciones a México cada año… la primera vez que fui fue cuando tenía seis meses, así que siempre lo sentí como mi país también”.
‘Vi la oportunidad y tomé la decisión’
Philip, su hermano mayor, comenzó a practicar el judo desde muy joven, llegó a la selección británica y fue campeón nacional en 2015.
Ese ejemplo, y el pique fraternal, hicieron que Prisca cambiara la gimnasia por el judo. “Lo hice más que todo porque por mi altura (1.70 m) no podía hacer mucho en la gimnasia y además mi hermano me dijo que el judo era más difícil que la gimnasia y yo quería ver si era cierto”, dice la joven con un español con marcado acento inglés.
“Mi hermano tuvo su carrera antes que la mía. Yo en 2017 vi la oportunidad de representar a México y tomé la decisión”, contó ya este martes para la agencia AP. “Fue lo mejor que he hecho en mi vida”.
En 2017, un año después de los Juegos Olímpicos en Río y con vistas a Tokio 2020, contactó a la referencia del judo mexicano: La también olímpica Vanessa Zambotti.
“Me viene a la mente ese año (2017), cuando Prisca me mandó un mensaje… Me preguntó si podía ayudarla a contactar a la gente de la Federación (Mexicana de Judo) y lo hice con gusto, porque ella quería ver si podía representar a México”, comentó´Zambotti este martes en Claro Sports, cadena para la que comenta los combates olímpicos desde París.
De Londres a Guanajuato
De aquel primer contacto se desprendió la preparación de Prisca rumbo a Tokio 2020, juegos pospuestos un año por la pandemia.
“Fue un momento duro porque lo que has trabajado muchos años lo quitaron de un día a otro y no sabía qué hacer. Los últimos cuatro años había trabajado para eso y no sabía qué hacer, sí me puse un poco mal”, recordó en la charla con la Conade en 2023.
Pero por fin, un año después de lo planeado, pudo llegar a Tokio, aunque cayó recién en la primera ronda.
Se prometió volver y el ciclo hacia París 2024 fue suyo, con medallas mundiales y un bronce en los Juegos Panamericanos de 2023.
A la par, mientras entrenaba en Inglaterra y México, fue contactada por autoridades de Guanajuato para que representara al estado.
Su familia en Celaya fue el nexo y así decidió emigrar a México para entrenar bajo el mando del cubano Jorge Luis Atencio, encargado de la Selección Nacional.
Mejoró su español, entrenó como nunca y dejó a su familia en Londres, mientras ella se concentraba al 100 en los Juegos Olímpicos.
“Vine a México y desde el primer día sentí esa alegría y ese fuego en el corazón de que queremos mejorar, hacer las cosas bien y eso me ha ayudado bastante”, añade la mexicana, considerada guanajuatense por su ascendencia.
“Me decidí por México porque siempre he tenido muy cercana conexión con este país. Íbamos de vacaciones y la primera vez que fui teína seis meses, así que estaba muy cercana”.
‘Papá se quedó a cuidar al perro’
Este martes, después de ganar su medalla de plata, se encontró con su mamá, Dolores Alcaraz, y con uno de sus hermanos en las afueras del complejo donde se disputó el judo. Abrazó a cada uno y se dijeron palabras imperceptibles en el oído.
“Ya todos en mi familia apoyan a México, hoy pudieron estar aquí conmigo y me dieron toda la fuerza para estar en la final”, agregó Awiti Alcaraz, la única de su familia que radica de tiempo completo en México.
Dijo que unas 20 personas acudieron a presenciar su competencia en París. Además de su mamá, la acompañaron sus hermanos Philip, Joshua, Samy y Micheal. El único ausente fue su padre Xavier, quien permaneció en Inglaterra.
“Mi papá no pudo venir porque tuvo que quedarse a cuidar a mi perro”, dijo entre risas la nueva medallista mexicana.
Con información de AP.