Durante 13 años, el nombre de Monika Von Allwörden apareció junto al título de cónsul honoraria de Alemania en León, pero el puesto fue más que sólo un sello oficial.
Desde dar asilo a los recién llegados, ayudarlos en crisis de salud, apoyar en los trámites para la regularización de documentos oficiales y hasta prepararles la más deliciosa gastronomía alemana para que se sintieran como en casa, la señora Monika ha sido un pilar para la comunidad alemana en León.
Después de más de 10 años de su incansable labor, sus allegados reconocieron su trayectoria y esfuerzo con una fiesta de despedida, pues Monika Von Allwörden dejará el cargo honorario.
En la celebración estuvieron presentes la familia y amigos de la cónsul, además de invitados especiales como empresarios; el señor Wolfran Von Heynitz, encargado de negocios de la embajada alemana; el cónsul general de Japón, Katsumi Itagaki; el ingeniero Ramón Ignacio Lemus, director del Forum Cultural Guanajuato; por mencionar algunos.
Una bandera alemana y otra mexicana adornaban el lugar, además de un libro para anotar los buenos deseos para la cónsul en la nueva etapa que está por emprender.
Era notorio el cariño, admiración y agradecimiento que todos los presentes tienen por la señora Monika, pues antes de iniciar con la ceremonia apenas daba un paso, se encontraba con un cariñoso abrazo que la saludaba gustoso de compartir el momento.
Estuve 13 años como cónsul y 19 años trabajando junto con la embajada. Hoy en día se terminan las funciones como cónsul honoraria y a empezar una nueva vida. Tengo el café Rothenburg, a mi familia y a mis amigos. También voy a colaborar con el DIF, viene la Romería y el Oktoberfest, así que mucho no me voy a aburrir”, comentó la cónsul honoraria en entrevista con AM.
El protocolo de la reunión fue en realidad muy sencillo, pues se trató de un evento relajado organizado por todos quienes la quieren. Al inicio, recibió de manos del señor Wolfran Von Heynitz una carta de agradecimiento.
Al momento de agradecer y dirigir unas palabras, la señora Monika Von Allwörden recordó muchos de los momentos que ha vivido desde que llegó a León hace 56 años, cuando su papá fue transferido por cuestiones de trabajo.
Recordó también que a un año de su llegada a la ciudad encontró el amor en quien desde entonces es su esposo, el señor Javier Orozco y que ha formado parte importante de su trayectoria.
Siempre he colaborado con los alemanes que llegan, he tenido casos muy tristes, como el del matemático al que le amputaron una pierna al poco tiempo de llegar, lo cuidé en mi casa 10 días hasta que su doctor vino desde Alemania por él. También hubo una chica con leucemia a la que tuvimos que cuidar 15 días en el hospital antes de que volviera a Alemania a recibir su tratamiento. Pero en general son más los momentos lindos, los amigos queridos y toda la gente que me ha abierto las puertas por lo que estoy muy agradecida y satisfecha con lo que he logrado”, compartió.
El café Rothenburg, lugar fundado por ella y que se ha convertido en un emblemático punto de reuniones para la comunidad alemana, fue el encargado del catering pero además le hizo como sorpresa un pastel de celebración a la cónsul.
El grupo de señores y el grupo de amigas alemanas también le otorgaron regalos significativos a la persona que ha sido el corazón de su comunidad y que prometió seguir estando muy de cerca para continuar con la relación tan profunda que se ha creado entre los alemanes presentes en León.