En el colofón de distintos desencuentros con el gobierno estadounidense, el Presidente Andrés Manuel López Obrador colocó en un punto de máxima tensión la relación con Washington.

“Hay pausa” en la relación con la embajada de EU en México y con el Departamento de Estado, dijo ayer el Presidente y advirtió que el congelamiento seguirá si no ofrecen disculpa por sus críticas a políticas de México. De paso también enfrió relaciones con Canadá por críticas similares a las de Washington.

Las tensiones se han agudizado desde la detención en territorio estadounidense de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López hasta la polémica por la reforma judicial.

“Pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo (.) Ellos quisieran tener injerencia en asuntos que sólo corresponden a los mexicanos. Mientras yo esté aquí no vamos a permitir ninguna violación a nuestra soberanía. Que entiendan que fue una imprudencia manifestarse como lo hicieron”, explicó.

AMLO dijo que el Embajador Ken Salazar ha comentado asuntos internos, mientras que el Departamento de Estado ha emitido documentos que cuestionan a México.

“La relación continúa, pero ojalá y haya de parte de ellos una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México”, dijo tras cuestionar las opiniones del Embajador y del Departamento de Estado norteamericano sobre la reforma al Poder Judicial y elegir a juzgadores por voto universal en urnas.

El embajador Salazar señaló el pasado jueves 22 que la elección directa de jueces era un riesgo para la democracia en México.

“Las democracias no pueden funcionar sin un Poder Judicial fuerte, independiente y sin corrupción”, declaró Salazar y consideró que eso abre paso al control del narco.

El Presidente insistió ayer que no recibirá al diplomático mientras no se disculpe por sus críticas. Además de que las reuniones periódicas con funcionarios de seguridad de la Casa Blanca también fueron congeladas unilateralmente por México. Y la cancillería emitió una nota de protesta.

El Gobierno de EU respondió a esa nota diplomática y señaló que la reforma no fortalece al Poder Judicial ni aborda los problemas de corrupción.

“Nos preocupa que la elección popular de jueces no aborde la corrupción ni fortalezca el Poder Judicial”, indicó la respuesta de EU.

Senadores norteamericanos advirtieron del riesgo que la reforma “socave la independencia y la transparencia del Poder Judicial, poniendo en peligro intereses económicos y de seguridad”, según un comunicado firmado por el Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Ben Cardin, y el republicano Jim Risch.

Tras las elecciones del 2 de junio, las relaciones binacionales se descompusieron.

La detención de Ismael “El Mayo” Zambada en EU sin que tuviera información  el Gobierno de México provocó el enojo de la Presidencia. Tras eso se suspendieron los contactos a nivel de funcionarios de seguridad.

AMLO acusó entonces falta de información mientras que Salazar dijo que el México sí tenía datos de cómo había sido la captura. Después el Embajador cuestionó la reforma judicial, y tras su crítica vinieron extrañamientos de empresarios estadounidenses.
También empresarios de Canadá y la misma embajada de Ottawa en México cuestionaron la reforma; AMLO “pausó” también por ello  las relaciones con Canadá.

HLL

 

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