Rubicel Hernández García, originario de Tianguistengo, obtuvo el tercer lugar en la edición XLI del maratón de la Ciudad de México 2024, en la categoría de personas con discapacidad visual, con un tiempo de tres horas, 18 minutos y 25 segundos, el pasado domingo 25 de agosto.
Tras conseguir su octava medalla en este tipo de prueba, se coloca como el hidalguense con mayor número de podios en un maratón. Su mejor marca en los 42 kilómetros y 195 metros es de dos horas 58 minutos.
Un mes antes de este logro obtuvo el segundo lugar en el Medio Maratón de la Ciudad de México (21 kilómetros), con tiempo de una hora y 28 minutos. Hoy tiene más de cien medallas y, a pesar de presentar una molestia en la rodilla izquierda, hizo historia en el atletismo hidalguense.
“Para correr un maratón, cuando ya traes base, se necesita una preparación mínima de tres meses. Mi último entreno fue de 32 kilómetros rumbo al maratón; lamentablemente, cuando empecé hacer velocidad, tuve un pequeño problema en la rodilla, pero eso no me limitó”, dijo.
Desde el inicio de la competencia se mantuvo en quinto lugar, sin embargo, con la ayuda de sus dos guías consiguió el objetivo. Eloy Noriega lo acompañó durante 28 kilómetros, mientras que Fernando Herrera, conocido como “Dogo”, lo llevó a sobresalir en los 14 kilómetros y 195 metros restantes para cruzar la meta.
“Llevo un total de ocho maratones y alrededor de 12 medios maratones. Hace cuatro años fui campeón internacional en la Ciudad de México, con el primer lugar, y el año pasado gané también en la ciudad de Puebla, me he mantenido en el uno, dos o tres, siempre con el objetivo de traer medallas”, indicó.
Agregó que si no hay guías no hay corredores ciegos. Por esta razón, desde hace cuatro años, formó su equipo de corredores y lo bautizó como “Club de corredores sin límites”.
Con casi 17 años de experiencia en el atletismo, Rubicel señaló que su motor es su familia: su hijo Edwin, de 24 años, su hija Rubí, de 19 y Eitan, de nueve, a quien también le gusta correr.
“He aprendido que la disciplina es la que siempre nos va a llevar al triunfo y me considero una persona disciplinada en el deporte, y aquí están las pruebas de que, cuando se quiere, se puede”, manifestó.
En cuanto a su preparación y sus logros, señaló: “Estoy muy agradecido con mi entrenador, Mario Hinojosa. En este último maratón fui de menos a más y, bajo una estrategia bien planificada, logramos el objetivo”, compartió en entrevista.
Adelantó que el próximo 6 de octubre correrá el medio maratón en Querétaro; el día 13 de ese mismo mes, competirá en cinco kilómetros en la Ciudad de México, el 27 correrá otro medio maratón en Puebla y el 10 de noviembre cerrará con el medio maratón de Tlaxcala.
“Espero ser un ejemplo como corredor ciego, no es fácil. Yo dependo de la gente que se suma para poder llevar a cabo mis entrenamientos, para lograr mi sueño que es subir al pódium”, aseveró.
Asimismo, hizo una petición: “Quiero aprovechar para solicitar a las autoridades para poder tener acceso a la pista de alto rendimiento y al gimnasio; necesitamos apoyo a los deportistas para que los resultados los alcancemos más fácil y podamos lograr nuestro sueño que es trascender en el deporte”.
En un inicio, Rubicel fue velocista, con el tiempo eligió ser fondista. Hoy su legado es fortaleza, tenacidad, disciplina, la cual comparte con quienes han palpitado una carrera, han compartido una pista, han escuchado su historia o lo han visto correr. Rubicel es un hidalguense que prueba que el deporte puede cambiar vidas.
“Todo tiene un propósito, un porqué; es algo complicado, pero gracias a Dios siempre lo he logrado, con obstáculos, pero lo he logrado. Aprovecho para decirle a los jóvenes que el deporte es vida, es salud, y si yo como corredor ciego lo puedo hacer, cualquier persona lo puede lograr. ¡Sí se puede!”, concluyó.