El príncipe británico Guillermo y su esposa, Kate, concluyeron el viernes su visita de 10 días a Australia, donde asistieron en la capital a una ceremonia por el día de los veteranos de guerra del país.
El duque y la duquesa de Cambridge estuvieron en el acto con el que se recordó en el Centro Conmemorativo de Guerra Australiano el 99no aniversario del desastroso desembarco aliado en la península de Galípoli, en Turquía.
El hijo de la pareja, Jorge, lloró cuando la familia subió al avión de la fuerza aérea australiana en el aeropuerto de Canberra, donde los despidieron el primer ministro Tony Abbott y el gobernador general sir Peter Cosgrove.
Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico, visitó las ciudades de Sídney, Brisbane y Adelaide, así como el monolito Uluru de arenisca también conocido como la Roca Ayers, en la región remota y árida del país.

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