¡Deseo un México independiente! ¿De qué independencia hablamos? México se liberó del yugo español hace 214 años. Hoy esta independencia se encuentra amenazada por un yugo partidista que invade escaños y espacios con triquiñuelas y manipulaciones, decidido a implantar una monarquía conocida como dictadura sin contrapesos para controlar todo y a todos.
Para tener un país independiente se requiere un México en el cual exista una verdadera división de poderes. Que el poder legislativo con sus diputados y senadores esté comprometido con las y los ciudadanos a quienes representa. Que sus integrantes no sean súbditos ni lacayos. Que no obedezcan como borregos a una sola voz que en ocasiones puede ser contraria a lo que el pueblo realmente demanda. Que se comporten con sobriedad y honestidad. Que tengan presente que este poder figura como fiscalizador y controlador de la acción gubernamental y que actúen con valentía, exigencia y dignidad.
La independencia requiere un poder ejecutivo que gobierne para todas y todos sin exclusiones ni discriminaciones. Sin odios, sin resentimientos. Sin ataques y menosprecios. Que tenga la capacidad de unir al país entendiendo los diferentes mosaicos que lo integran. Que comprenda la prioridad que requiere el sistema de salud y le dé importancia a la calidad de la atención médica con acceso a toda la ciudadanía respondiendo a sus necesidades. Que no mienta con ironía sobre la realidad del país inventando que nuestro sistema de salud es mejor que el de Dinamarca, cuando éste sí se encuentra entre los tres mejores del mundo y se caracteriza por su calidad, infraestructura médica, costos y disponibilidad de medicamentos. ¡Esto no lo tiene México! Un poder ejecutivo que sepa priorizar los proyectos que se requieren con urgencia, tales como: el ya mencionado servicio médico, escuelas dignas y suficientes, y obras de infraestructura viables y no aquellas que mostraron de antemano su falta de sustentabilidad financiera y operativa; tal y como concluyeron los estudios correspondientes respecto al aeropuerto AIFA, el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas. Que la administración de los recursos sea con transparencia, eficiencia y honestidad.
Elemental es tener la plena separación de los poderes de la Unión, para evitar la afectación de intereses particulares; tal como fue, entre muchos otros, el reciente caso de la candidata morenista Catalina Monreal, quien logró arrebatar el triunfo a la candidata panista Alessandra Rojo de la Vega por la alcaldía Cuauhtémoc, alegando actos de violencia política secundada con el beneplácito del presidente interino del Trife, paisano y compadre del diputado Monreal. ¡Una arbitrariedad atroz y un agandalle feroz! El poder Judicial debe resolver los conflictos entre personas y entre los órganos del poder público con justicia pronta y expedita.
Cada uno de los poderes faculta las atribuciones a sus diferentes órganos , de tal forma que en su actuar se limiten recíprocamente, logrando así un sano equilibrio que concilie los intereses de los distintos grupos sociales bajo el compromiso de que se gobierna para todos. ¡Viva la independencia de poderes en México!