El crujir de los bates, la suciedad del uniforme y el desgaste de una manopla de cuero, fueron parte de su vida desde los cinco años de edad. Inculcado por la figura de su padre, que no pudo jamás llegar al profesionalismo, el transpirar la camiseta dentro de un campo que es analogía al lujo, lo llevó a ser toda una leyenda del deporte nacional de México. 

A la par de su carrera, que es Ingeniería Electrónica, llegó la oportunidad de ser profesional en los Estados Unidos con los Diamondbacks de Arizona. Sin embargo, el destino y sus azares, le pusieron enfrente un camino que, al día de hoy, con más de dos décadas de recorrido, lo satisface en un pináculo inconmensurable. 

“Nos enamoramos de este lindo deporte y aquí seguimos”. Así, muy a su afable estilo, es como describe su travesía Agustín Murillo Pineda

Soldado de mil batallas, el antesalista, que es oriundo de Tijuana, deja huella en cada plaza que visita y deleita con la calidad que lleva consigo en el guante y en el bate. 

Una de ellas, sin lugar a dudas, es León. Allí, portó los colores de los Bravos, aunque de manera efímera, pues un derecho de retorno de 24 horas desde los Sultanes de Monterrey, truncó los planes de converger en una conexión inexplicable. 

“Estaba en Hermosillo cuando me dijeron de este proyecto (Bravos de León). Le dije a mis hijas que me venía para acá y ellas también quisieron venir. Nos encantó León. A pesar de que tuvimos poco tiempo, tuvo un impacto muy importante y significativo para nosotros”. 

Murillo es una leyenda en la LMB y en la LMP. Foto: Charros de Jalisco. 

El impacto se refleja en su regreso a la ciudad del Bajío, donde encarará una serie de exhibición de tres juegos con los Café Bros, de la dinastía Fernández, como parte del llamado Bravo Fest 2024. 

“Me siento bien y capaz de aportar algo importante a una organización”, dice el antesalista de 42 años de edad, que a inicios de la temporada 2024, decidió dar un paso al costado en los Conspiradores de Querétaro, por un serio problema administrativo. 

“En verano, mi carta pertenece a los Rieleros de Aguascalientes, entonces si somos requeridos, con mucho gusto regresaremos, pero hasta el momento, no existe ningún contacto. Ya si no los requieren, pues esperemos nos den la libertad de escoger dónde seguir jugando”. 

En verano hay incertidumbre y en invierno hay certeza. Parte del roster que resultó campeón con los Naranjeros de Hermosillo, seguirá en dicha plaza para la temporada 2024-25 de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP).

Aún con “hambre y ganas de jugar”, Murillo, quien tuvo un destacado cierre en la Serie del Caribe 2024, al irse de 5-5 en el último juego y, con ello, llegar a empatar el récord que impuso Alvin Moore con los Cañeros de Los Mochis en 1984, revela una cualidad que lo hace uno de los mexicanos más ganadores de todos los tiempos con nueve anillos de LMP. 

“Soy muy observador y me gusta estar uno o dos pasos adelante de las situaciones. Sé que suena trillado, pero la experiencia me ha hecho un jugador más completo y siempre me he preocupado por mejorar, desde tener mi propio fisioterapeuta y prepararme específicamente para mi posición”. 

Así, agradecido con la vida, Agustín Murillo disputará esta serie amistosa contra los Bravos de León, a quienes llevará con gracia y cariño en su corazón. 

Esto solo marcará el preámbulo de una nueva temporada que se presentará con misiones y objetivos totalmente renovados, porque esa chispa y ese coraje por seguir en lo más alto, lo ha convertido en alguien único e irrepetible dentro del beisbol mexicano. 

-El Dugout del Gabo. 

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