León, Guanajuato.- Tras tres años de intensa sequía, recobra su esplendor Sierra de Lobos, el principal ‘pulmón’ de la ciudad.

Considerada un área ecológica protegida, las lluvias registradas en los últimos dos meses ha propiciado que renazcan pequeños arroyos que recorren los senderos.

Habitantes de Sierra de Lobos aseguran que no ha llovido lo que quisieran, aunque sí se nota los beneficios de la lluvia. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

A lo largo de la carretera León-San Felipe, o por el lado de Ocampo– y la zona arqueológica ‘El Cóporo’ se disfruta de un impresionante desfile de flores silvestre a la orilla del camino. La valla multicolor se conforma de las Santa María, girasoles y lavanda.

“Han sido tres años difíciles de sequía, aun cuando no ha llovido lo que se quisiera, lo que ha caído ha servido para que los pastizales para el ganado se recuperen y que la sierra recobre su magia”, dice el ganadero Ernesto Dávila Aranda.

Con las lluvias vuelve el verde a cubrir la Sierra de Lobos. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

Recuperar su esplendor atrae a cientos de visitantes que acostumbran dejar basura, además de vandalizar y robar en las cabañas.

Es difícil practicar el senderismo o dar un paseo dominical en medio de la naturaleza, dado que los particulares han hecho zanjas a lo largo de la carretera para evitar que entren vehículos, además de cercar sus propiedades.

Visitar lo alto del cerro donde se encuentra el Fuerte del Sombrero, donde se refugió Pedro Moreno y otros insurgentes, ya no es posible. Todo está cercado.

Así se ven los acantilados de la Sierra de Lobos. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

Lo que durante muchos años fue un área de recreo a donde llegaban caravanas de visitantes para pasear a caballo y realizar paseos dominicales, en lo que llamaban El Paradero, ya es imposible.

“Son terrenos de propiedad privada. Se ha tenido que impedir ya el paso de gente extraña porque muchas personas solo vienen a causar destrozos a la sierra, a provocar incendios con fogatas, a robar las cabañas”, señaló Francisco Moreno, quien es el encargado de una cabaña.

En el entronque de la carretera León-San Felipe-Ocampo, hay una caseta de vigilancia forestal del Gobierno del Estado, pero los mismos habitantes señalan que es mínima la seguridad.

Así luce la Sierra de Lobos. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

“La realidad es que no hacen nada. Sigue la tala indiscriminada en la zona de la cuatralba, Altos de Ibarra, para hacer carbón y leña, pero también hay robo de ganado. Muchos cazadores furtivos y cuatreros ante la poca vigilancia que hay en la carretera”, dice Rafael Hernández, propietario de una de las cabañas.

Ya no es posible orillarse en la carretera y hacer senderismo hacia los acantilados o panales, no hay forma de estacionar un vehículo, por las zanjas que abrieron propietarios de terrenos, y hay que conformarse con admirar el paisaje desde lejos.

Debido a la inseguridad es casi imposible detenerse en la carretera, ya que los pobladores han hecho zanjas que impiden el libre acceso. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

No existe una área de recreo del gobierno, ni estatal ni municipal, y solo queda alquilar una cabaña u hospedarse en algunos de los hoteles ecológicos de Sierra de Lobos, que se localiza a media hora de León.

Se debe circular con mucho cuidado, la carretera también está descuidada, con poco mantenimiento y llena de baches por el paso de tolvas que van a los bancos de arena y que también están cambiando la imagen de la sierra por la sobreexplotación.

AM

 

Sierra de Lobos reverdece con las lluvias de los últimos dos meses. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

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