VAYA que fue claridoso el magistrado Felipe de la Mata al revelar cuáles personajes de la oposición presionaron en el Tribunal Electoral para intentar frenar la sobrerrepresentación de Morena y aliados en el Congreso.
QUÉ BUENO que haya transparencia y ojalá también aplique para las presiones desde la 4T.
PORQUE difícilmente alguien podría pensar que las dos reuniones de los magistrados que dominan el pleno con el coordinador morenista en el Senado, Adán Augusto López, fueron para hablar del clima.
SERÍA interesante que De la Mata, quien fue protagonista en esas reuniones hechas en el tribunal y en horario laboral, diga ahora qué asuntos trataron con el legislador tabasqueño y por qué fueron diferentes a las que hubo con la oposición.
A MENOS que, cuando se trata de los amigos y aliados, las presiones se transformen en sabios y atendibles argumentos.
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QUIENES tuvieron ayer una encerrona para palomear a los integrantes de la nueva dirigencia nacional de Morena fueron los gobernadores del partido guinda.
YA QUEDÓ amarrado que Andrés Manuel “Andy” López Beltrán ocupará la Secretaría de Organización, tercer cargo en importancia después de la Presidencia y la Secretaría General que serán para Luisa María Alcalde y Carolina Rangel, respectivamente.
COMPLETARÁN el cuadro Iván Herrera, en finanzas; Aaron Enríquez, en juventudes; Camila Martínez en comunicación; Manuel Alejandro Robles en mexicanos en el extranjero; Arturo Martínez en artes y cultura, y Manuel Zavala en movimientos sociales.
TODO quedó planchado pero, con los morenistas, nunca se pueden descartar las sorpresas.
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ADEMÁS de la renovación de la dirigencia de Morena, en su Congreso Nacional Extraordinario está prevista una reforma a los estatutos que puede resultar muy relevante para los próximos años.
LA PRESIDENTA electa, Claudia Sheinbaum, planteó desde la campaña electoral la necesidad de marcar distancia entre el gobierno y el partido y, por ello, se busca aprobar que ninguno de los dirigentes tenga un cargo público.
DE AHÍ que en el partido en el poder ya no se podrá llevar la doble cachucha como legislador y presidente o secretario general del partido como hasta ahora.
DICHA restricción pondrá las cosas interesantes a la hora de elegir candidatos a diputados y senadores en el 2027, más aún si Sheinbaum logra eliminar la reelección legislativa.
YA SE verá si la medida logra efectivamente evitar que se aplique el viejo modelo del PRI de un “partido de Estado” o si nada más es un cambio cosmético y, al final, todo sigue junto con revuelto y con el poder concentrado en una sola persona.