La presa de Santa Efigenia está a su máxima capacidad gracias a las recientes lluvias

Purísima del Rincón, Guanajuato.- Luego de seis años de sequía, las presas de Jalpa de Cánovas—la de Santa Efigenia (la nueva) y la de Eduwiges (la vieja)—se encuentran a su máxima capacidad, desfogando mil metros cúbicos por segundo hacia el río Turbio

Ambos embalses están ubicados en el perímetro del pueblo mágico de Jalpa de Cánovas, en el municipio de Purísima del Rincón, y la magia de la naturaleza ha regresado a los huertos de las nogales, que cada año florecen y producen nuez cáscara de papel de alta calidad.

“Esto parece un milagro. Hace dos meses, las dos presas estaban vacías y el panorama era desolador. El parque ecológico de la presa vieja estaba abandonado, y ahora ha recobrado su esplendor. Solo hace falta que las autoridades municipales inviertan para que se convierta en un atractivo más para este pueblo mágico”, comentó Moisés Márquez López, dueño de un pequeño restaurante de pescado.

Los vecinos de la presa “grande” o de Santa Efigenia recuerdan que en 2018 el embalse también se llenó, llegando a desfogar hasta 40 mil litros por segundo. En el siglo XX, en la época de esplendor de la Hacienda de Jalpa, el agua de la presa irrigaba hasta mil 200 hectáreas, principalmente grandes huertos de membrillos, nogales, maíz y sorgo.

“Las presas han vuelto a la vida y son un gran atractivo para las familias, sobre todo los fines de semana, pues vienen cientos de personas a caminar y disfrutar de esta belleza natural. La presa está desfogando y se forman riachuelos que atraviesan las nogaleras, llevando vida a cientos de hectáreas”, dijo Ramón López, vecino del rancho de Machuca, a pocos kilómetros de Jalpa.

El agua llega a las presas de Jalpa desde la sierra de Arandas y la serranía de los Altos de Jalisco, incluyendo comunidades como San Julián, San Diego de Alejandría y la Unión de San Antonio, que han recibido abundantes lluvias, llenando bordos y represas.

Los niños se meten a nadar en los arroyos cercanos a la presa de Santa Efigenia. Foto: José Trinidad Méndez Valdez.

Cientos de familias se reúnen en la cortina de la presa de Santa Efigenia, construida por el gran ingeniero Luis Long. Su arquería permite que el agua brote como fuentes danzarinas. La cortina tiene 27 metros de altura y 450 metros de largo, y actualmente está a su máxima capacidad.

“Desde hace dos semanas, está a toda su capacidad. Es una bendición tener agua, pues el agua es vida, y lo estamos atestiguando”, afirmó María de la Luz Soto, quien posee una pequeña fonda de pescados y mariscos.

La cortina de presa ofrece un espectáculo a los visitantes. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

Sin embargo, los vecinos lamentan la falta de vigilancia por parte de las autoridades municipales de Purísima del Rincón, ya que ni la policía preventiva ni Protección Civil están presentes. 

Hay tramos de la cortina sin protección, donde fácilmente podría caer una persona. Los fines de semana, se vende y consume alcohol de manera indiscriminada; algunos se bañan en el arroyo mientras continúan bebiendo. Además, reina el desorden entre los vehículos. La presa, que estuvo seca, resucita como el ave Fénix de entre las cenizas.

La presa de Santa Efigenia es un atractivo turístico en Purísima del Rincón. Foto: José Trinidad Méndez Valadez.

LALC

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *