En la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) hay muy poco margen de error. Con solo 10 equipos en competencia, la exigencia en cada organización aumenta a niveles estratosféricos. Si bien es muy cierto que cada franquicia tiene una rica historia, llámese Cañeros de Los Mochis, Águilas de Mexicali, Yaquis de Ciudad Obregón o Venados de Mazatlán, todo se magnifica cuando se habla del entorno de los Tomateros de Culiacán.
“Tomateros nació para ser campeón”. No hay mejor frase que describa la exigencia que existe al interior de este club. Y qué mejor que provenga de alguien que, durante cinco temporadas, ha estado al pie del cañón con la organización y su afición: Jesús Fabela.
Con 13 campeonatos de Liga Mexicana del Pacífico, además de dos Series del Caribe, Tomateros es el equipo más ganador de todo el circuito invernal del país. Por eso, la importancia de resarcir el mal momento que tuvieron en la temporada 2023-24 y, de inmediato, detener una sequía que ya acumula tres años sin un campeonato.
Desde el timón, los cambios han sido esenciales. Después de haber conseguido el segundo Bicampeonato en la historia del equipo, Benjamín Gil salió como timonel al finalizar la temporada 2022-23, luego de consumar un récord final de 26-42 que los ubicó en el sótano de la tabla general, tras una primera vuelta de 14-21 y una segunda de 12-21.
En su sustitución, vino Alfredo Amézaga. En la temporada 2023-24, el equipo comenzó bien. Terminó tercer lugar en la primera vuelta con un récord de 18-15, pero culminó séptimo en la segunda con marca de 16-17.
Aunque se olvidaron del fracaso de una temporada antes y se clasificaron a playoffs, lo hicieron siendo quintos del circuito, al consumar un acumulado de 34-32 en 66 juegos disputados.
En la primera serie de postemporada, dominaron de pe a pa a los campeones Cañeros de Los Mochis. En total, anotaron 20 carreras y recibieron 11, además de una blanqueada en el segundo de una serie que ganaron 4 a 1.
Todo parecía marchar de maravilla, pero de un momento a otro, todo colapsó. Bajo el mando de Luis Carlos Rivera, los Venados de Mazatlán, que parecían inferiores en nómina, los eliminaron con un dominio absoluto que estuvo a punto de ser barrida.
Más allá del notorio problema entre el mánager y el abridor Manny Barreda, lo cual evidenció un rompimiento antes de tiempo en el clubhouse, el equipo se desmoronó y no encontró remedio alguno para contener el ataque mazatleco.
El equipo se olvidó de batear. En cinco juegos de una serie que terminó 4 a 1 en su contra, anotaron 12 carreras y recibieron 17. En el primero se fueron en blanco, en el segundo y tercero anotaron tres, y aunque parecieron repuntar en el cuarto con seis, se fueron blanqueados en el quinto y último.
A la ofensiva, Andrés Álvarez sorprendió en su etapa debut. En playoffs, disputó los 10 juegos, donde pudo registrar un average de .278 con 10 hits, tres remolcadas y cuatro bases por bola, siendo esto lo que le ayudó a tener un grato OBP de .381.
En el campo, respondieron los de siempre: Sebastián Elizalde (.200), Joey Meneses (.257) y Peter O’ Brien (.265).
En el pitcheo, José Bravo lideró la rotación. Aunque su marca fue de 1-2 en tres juegos, solo admitió cuatro carreras y recetó 16 ponches. Además de solo cinco bases por bola, su WHIP resaltó con un plausible 0.89.
Bríos renovados
Con la salida de hombres como Alexis Wilson y Peter O’ Brien, los Tomateros se reestructuraron por completo. Confiando en la capacidad de Óscar Robles como mánager, comenzarán su aventura en una temporada que se avizora con nuevos bríos.
De entrada, en su roster de 54 peloteros invitados a la pretemporada, se encontraron nombres de jóvenes peloteros que quieren y buscan un lugar por trascender.
Tal es el caso de Juan Alva, un tercera base de apenas 18 años de edad que se dio a conocer mucho más en el primer juego de pretemporada que sostuvieron ante La Higuerita. ¿La razón? Pegó un jonrón de tres carreras que fue fundamental para la victoria de 3 a 6.
“La verdad, se siente muy padre portar esta camisa, un equipo muy grande, de mucha tradición, de buenos peloteros. Estoy muy orgulloso de portar la playera por primera vez”, declaró el capitalino para la página oficial del máximo ganador de la LMP.
Con la experiencia intacta de Sebastián Elizalde, Joey Meneses, Alí Solís y Jesús Fabela; la llegada de nuevos peloteros como Esteban Quiroz, quien causó mucha suspicacia en la afición; y la sed de revancha de tipos como Omar Sainz, quien se declara listo y en vías de debutar como relevista corto tras una ardua preparación que se convirtió en consecuencia de una grave lesión, los Tomateros de Culiacán están a punto de regresar.
Y no tengo miedo de expresar la obligación y la exigencia de este equipo en esta 2024-25: salir CAMPEONES.
-El Dugout del Gabo.