Ana Frank recibió un diario como regalo en su cumpleaños número 13, sin imaginar que todo lo que en él escribiera se convertiría un día en el testigo de uno de los episodios más terribles de la humanidad, contado a través de la mirada sensible de una adolescente.
“Ana Frank, notas de esperanza”, es una exposición que viajó desde el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México hasta el Parque Guanajuato Bicentenario, para ser una ventana que nos permita observar y conocer el mundo en el que vivió Ana durante su cautiverio.
La exhibición permanecerá en el parque de Silao hasta marzo de 2025 y dentro de sus 10 salas hay un espacio en el que se recrea la habitación en la que se escondió Ana Frank y su familia por más de dos años.
Ha sido, de todas las exhibiciones temporales que hemos tenido, la más exitosa y queríamos llevarla a otras partes de México; Guanajuato fue el primer lugar que nos dio la oportunidad y nos abrió la puerta en tiempo récord.
Esta es apenas la segunda vez que se logra replicar la casa de Ana Frank de Ámsterdam, fuera de Ámsterdam, es una exhibición muy única porque todo fue avalado por ellos. Tenemos elementos originales como documentos y libros, pero sobre todo hay mucho trabajo en replicar ese escondite”, dijo en entrevista Anaís Jurado, directora general del Museo Memoria y Tolerancia.
Antes de dar paso al primer recorrido, autoridades entre las que se encontraban Adriana Camarena de Obeso, directora del Instituto Estatal de Cultura; Verónica Agundiz, directora del Parque Guanajuato Bicentenario, además de Anaís Jurado, dieron por inaugurada la exposición con un protocolo diferente.
En lugar de cortar un listón, la inauguración se hizo al modo del Museo Memoria y Tolerancia, donde se desata un nudo que simboliza el deshacer las diferencias.
El proyecto internacional que realizó el museo de la Ciudad de México en colaboración con la Casa de Ana Frank en Ámsterdam y el Centro de Ana Frank para Latinoamérica en Argentina combina, además de elementos originales de aquella época, esculturas, instalaciones y hasta elementos de realidad virtual.
La instalación “Hojas al vuelo” de la artista Lorena Malo es la primera que recibe a los visitantes, siendo una escultura de hojas colgantes que representan las páginas de diario y que van pasando por toda la exposición en forma de hilo conductor.
En el recorrido también se encuentra un árbol genealógico para conocer los orígenes de la familia Frank, así como el papel que jugaron sus antepasados en la Primera Guerra Mundial.
Otra sala está destinada a reflexionar sobre la migración y el desplazamiento que se sufre durante los conflictos armados, ya que los Frank se vieron obligados a migrar, en primera instancia, de Alemania a Holanda huyendo de la persecución nazi.
El trayecto continúa hasta llegar al despacho del señor Otto Frank, donde un librero movedizo da paso a lo que la niña nombrara “La casa de atrás” y donde se encuentra una réplica de su recámara, con fragmentos de su diario adornando las paredes.
La exposición es un viaje que invita a la reflexión sobre cómo la crueldad humana obligó en este episodio de la historia a que las personas tuvieran que vivir encerradas para poder sobrevivir, con la única esperanza de poder ser libres en un mundo que les negó la humanidad por creerlas diferentes.
También se encuentra exhibida una colección de las traducciones del Diario de Ana Frank, que ha sido traducido a más de 70 idiomas.
No es una exposición, es una experiencia desde el momento en que entras y ves las notas de esperanza volando. Vale muchísimo la pena para todas las personas de cualquier edad porque no vas a salir siendo la misma persona. Los invito a que no se la pierdan y nos visiten en el Parque Guanajuato Bicentenario, de martes a domingo de 10 de la mañana a 5 de la tarde, esta exposición se incluye en la entrada al parque”, invitó Verónica Agundiz.