Con este congreso no esperemos progreso. Antonio López de Santa Anna
Un congreso espurio resultado de una elección de Estado en la que López Obrador, ex presidente de la República (jamás un prefijo “ex” me había provocado tanta felicidad), pasó por alto leyes electorales, ignoró resoluciones judiciales, advertencias veladas del INE y del TEPJF, dispuso ilícitamente de los ahorros de la nación, intervino una y otra vez ilegalmente en el proceso, compró, con cargo al erario, la voluntad electoral de los sectores más vulnerables del país, chantajeó y amenazó a candidatos de la oposición, disparó hasta el infinito los gastos de las campañas que iniciaron antes de lo dispuesto por la ley, en tanto el hampa intimidaba o asesinaba a múltiples aspirantes a puestos públicos, entre otras conductas imperdonables, todas ellas impunes, pues bien, dichos legisladores del oficialismo, todos cómplices del desastre democrático, pues ejercerán sus facultades con arreglo a una mayoría calificada que el electorado jamás les concedió, ¿van a rehabilitar los contrapesos como el INAI, el INE, la CNDH, del INEGI, la COFECE, el IFT y la FGR, entre otros tantos más? ¿Van a privar de la autonomía al Banco de México y a tratar de disponer de sus reservas? ¿Van a echar mano de las cuentas de las AFORES, los ahorros de los trabajadores? ¿Podemos esperar progreso con este nuevo congreso.? ¿Podemos.?
¿Van a autorizar más presupuesto federal para financiar obras faraónicas suicidas y a continuar apartando del escrutinio público el destino de los ahorros de la nación o los van a transparentar? ¿Van a respetar la autonomía de Auditoría Superior de la Federación sin recurrir a cohechos ni a manipulaciones inconfesables? ¿Van a estimular las inversiones en energías limpias y baratas para detonar el crecimiento económico de la nación? ¿A dónde va un país sin energía? Van a someterse a los tratados, como T-MEC, del que depende el 55% de la economía nacional? ¿Van a cuidar la colosal marca “México” en el exterior? ¿Van a volver a imponer la reforma educativa, la petrolera, la eléctrica, la electoral, entre otras más, por el bien de México? ¿Van a apoyar la cultura, a reparar el sistema de salud y a garantizar el abasto de medicamentos? ¿Van a legislar para liquidar la política de balazos y no balazos que destruyó nuestra convivencia civilizada? ¿Van a erradicar la corrupción, a auxiliar a la pequeña y mediana empresa, a reducir la pobreza, a rescatar de la informalidad al 60% de la población económicamente activa, a crear una policía civil en Estados y Municipios, a invertir en obras de infraestructura, a aumentar la red de carreteras, a crear certidumbre económica, a encarcelar a la actual “Mafia del Poder, a ver por la rentabilidad de Pemex y CFE, a lograr que nuestras mujeres vivan seguras, a disminuir la migración mexicana a EU, a respetar la separación de poderes y a construir una sólida democracia?
¿Van a volver a nutrir con fondos a los fideicomisos públicos, es decir? ¿Va a ser un congreso independiente del Poder Ejecutivo que guardará y hará guardar la Constitución? ¿Van a volver a vacunar a los pequeñitos en términos de la Cartilla de Vacunación? ¿Y el AICDMX, y los refugios para mujeres golpeadas, y los comedores comunitarios y las estancias infantiles y el CONACYT? ¿Y México? ¿Y el destino de AMLO, el “Ángel Tutelar de la República Mexicana”? El jefe de Estado mexicano más cruel de que se tenga memoria, con excepción de Victoriano Huerta.
AMLO, el ex presidente redujo brutalmente los espacios de maniobra de su heredera, de la misma manera en que Calles lo hizo con Portes Gil, Ortiz Rubio, Abelardo Rodríguez, los famosos “Peleles”, y el propio Lázaro Cárdenas, quien, paso a paso, empezó a desmantelar talentosamente el aparato de poder de “don” Plutarco, hasta que un año y medio después, “el Chamaco” largó en un avión al caudillo con todo y sus densas sombras. Sheinbaum es una incógnita, ¿qué hará con su caudillo? Todo puede suceder. ¿Un congreso podrido luchará por la reinstalación de los grandes valores mexicanos, por la defensa de la República y por la supervivencia de nuestra democracia? Me pregunto: ¿con este congreso podemos esperar progreso cuando el artículo 71 de la Constitución también le concede facultades para iniciar leyes y decretos? ¿Quién dijo que la historia no se repetía?
¿Tenemos futuro con Sheinbaum? Menuda pregunta a estas alturas. Hagan sus apuestas.