Ante el acoso del crimen organizado, para empresarios importadores de mercancías en la frontera norte del País hay dos caminos: o pagas extorsión, o dejas de importar.
Y, si se intenta importar sin pagar moches, se corre el riesgo de que roben los productos y hasta de represalias personales.
“La gente tiene miedo y no te queda más que hacer lo que te piden o no importar nada”, lamentó un empresario.
El clima de terror en la frontera de Tamaulipas se agravó tras el homicidio de Julio Almanza Armas, presidente de la Federación Estatal de Cámaras de Comercio (Fecanaco) en Tamaulipas y vicepresidente nacional de Canaco, que en reiteradas ocasiones denunció la corrupción en Aduanas.
Almanza fue asesinado el 30 de julio afuera de las instalaciones de la Canaco de Matamoros, crimen que sigue sin ser castigado por la Fiscalía estatal, a cargo de Irving Barrios, ni por el gobierno del morenista Américo Villarreal.
En los meses previos al homicidio, Almanza denunció el agravamiento de la corrupción en las Aduanas a un nivel nunca visto y expresó su decepción por el fracaso de la militarización, que en Tamaulipas se concretó en marzo del 2021.
“Cuando los militares asumieron el cargo de las Aduanas pensamos que la corrupción iba a desaparecer, pero no. La fomentaron y se incrementó”, afirmó Almanza en entrevista el 25 de junio, un mes antes de su asesinato.
REFORMA publicó ayer cómo el crimen cobra cuotas extras por importaciones legales que pagan impuestos al Gobierno en las Aduanas de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Tijuana y Juárez.
Incluso, los delincuentes cuentan con un catálogo de 215 productos con las tarifas a cobrar y, si algún producto no aparece en la lista, se exige factura y foto para definir el moche.
Empresarios e importadores ratificaron ayer que en las Aduanas ahora se paga por todo. “Cuando te traes maquinaria, por ejemplo, la agencia aduanal te cobra los impuestos, el arancel, etc., pero aparte te ponen una cuota extra de 500 dólares”, dijo una fuente.
Graban operación de extorsionadores
Importadores y agentes aduanales que están siendo víctimas de extorsiones en la frontera norte comenzaron a documentar las operaciones de los delincuentes y en algunos casos ya denunciaron ante la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos.
Imágenes de cámaras de circuito cerrado compartidas a REFORMA revelan que en Matamoros, un sujeto que se identifica como “Roberto García” es uno de los que se presenta en las oficinas de empresas para cobrar las cuotas ilegales.
En Ciudad Juárez, Chihuahua, algunos de los afectados ya informaron y entregaron evidencias al FBI en El Paso, Texas.
REFORMA dio cuenta de que los criminales manejan incluso un catálogo con conceptos y tarifas tanto para productos que entran con pedimentos de importación legales, como para aquellos que son “chuecos” y por los que llegan a cobrar arriba de mil dólares.
De acuerdo con las denuncias, los extorsionadores saben los nombres de las empresas, lo que importan o exportan, los nombres de los agentes aduanales, lo cual les hace sospechar que la información sale de las mismas aduanas que actualmente están bajo la responsabilidad de militares y marinos, aunque también opera ahí personal civil.
En el caso de la Aduana de Matamoros, importadores denunciaron que el sujeto identificado como Roberto García llega a bordo de un Hyundai Elantra gris, con placas NDD-99-46 de Tamaulipas.
En las agencias aduanales, lo primero que hace es preguntar por el titular de la patente -a quien identifica por su nombre completo-, o por alguien encargado del área administrativa. “En el caso de las empresas, exige contactar al titular, al encargado o al contador”, narró una de las víctimas.
Cuando no encuentra a quien busca, deja un papel con un número celular con terminación 9726 y el siguiente mensaje: “que se comuniquen con las empresas de Matamoros para revisar un listado”.
Quienes lo han contactado por celular, han advertido que “Roberto García” tiene como imagen de perfil una fotografía en la que aparece al lado de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
En otros casos, cuando no encuentran a nadie o desisten de esperar afuera, los extorsionadores dejan el siguiente mensaje escrito debajo de la puerta:
“Derivado de que nuestro personal lo ha visitado en varias ocasiones y al no tener una respuesta positiva de su parte, le comunico que se le solicita se comunique con carácter de urgente mediante mensajes al WhatsApp 88685991707, en el cual le estaremos dando instrucciones debidas para el óptimo desarrollo de sus operaciones. Sin más por el momento, estamos a sus órdenes. Atentamente H. Matamoros”.
HLL