‘Vacunarse hoy, proteger la salud siempre’

Hace veinte años, en octubre de 2004, escribí sobre la influenza, destacando la importancia de la vacunación y la protección contra este virus que cada año nos recuerda su poder de contagio. Hoy, tras dos décadas, la influenza sigue siendo una amenaza que no debemos subestimar. Desde entonces, hemos avanzado en prevención, pero el desafío persiste: protegernos a nosotros mismos y a nuestras comunidades de una enfermedad que puede ser mortal, especialmente para las poblaciones más vulnerables.

La influenza o gripe es una enfermedad respiratoria causada por diferentes cepas del virus de la gripe, un virus en continua evolución. Aunque a menudo se percibe como una enfermedad menor, la realidad es que puede ser grave e incluso mortal en ciertos casos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las complicaciones graves afectan principalmente a niños pequeños, adultos mayores y personas con condiciones crónicas como diabetes y enfermedades cardíacas. La influenza, según la Secretaría de Salud, causa fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal y dolores musculares, y puede derivar en complicaciones como neumonía, exacerbación de enfermedades crónicas y hospitalización.

Afortunadamente, la ciencia ha avanzado y hoy contamos con vacunas más efectivas y accesibles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) recomiendan vacunarse anualmente, ya que las cepas del virus evolucionan constantemente. La vacunación no solo reduce la probabilidad de enfermarse, sino que también disminuye la gravedad de los síntomas y el riesgo de complicaciones. En México, las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestran que las campañas de vacunación han sido clave para reducir la tasa de morbimortalidad asociada con la influenza.

Según una estimación proporcional basada en la población, la vacunación contra la influenza en México puede evitar cada año aproximadamente 690,634 enfermedades relacionadas con la gripe; 383,686 visitas médicas; 8,441 hospitalizaciones y 384 muertes. Estas cifras subrayan la importancia de la vacunación y el impacto positivo que puede tener en la reducción de casos graves y en la carga del sistema de salud en México.

Más allá de la vacunación, es esencial adoptar medidas de prevención diarias. Lavarse las manos frecuentemente, usar pañuelos al estornudar y toser y evitar el contacto cercano con personas enfermas son pasos sencillos pero efectivos. Si presenta síntomas de influenza, lo mejor es quedarse en casa y evitar el contacto con otros para prevenir la propagación del virus. Además, se recomienda mantenerse hidratado, descansar y en caso de síntomas graves, consultar a un profesional de la salud.

De acuerdo con los datos actuales, deben vacunarse los grupos prioritarios: niños de 6 meses a 4 años 11 meses, personas adultas de 60 años o más, mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación, personal de salud y personas de 5 a 59 años con factores de riesgo o comorbilidades (como diabetes, VIH, cáncer, obesidad mórbida, e insuficiencia renal). La vacuna es crucial para proteger no solo a estos grupos, sino también a las personas que conviven con ellos, como cuidadores y familiares.

Por otro lado, las personas con alergias severas a los componentes de la vacuna, como la proteína de huevo, aquellas que han experimentado el síndrome de Guillain-Barré tras una vacunación previa y los niños menores de seis meses no deben vacunarse sin antes consultar a un médico.

Recientemente, la Cofepris (agencia regulatoria mexicana) aprobó una nueva vacuna tetravalente contra la influenza, diseñada específicamente para adultos mayores de 65 años. Sus principales características incluyen una cantidad de antígeno cuatro veces mayor que las vacunas estándar, lo cual la hace más potente; está recomendada principalmente para adultos mayores y protege contra cuatro subtipos del virus. 

Sin embargo, es importante mencionar que podría estar disponible solo en el sector privado y que esta vacuna podría presentar más efectos secundarios notificados en comparación con la vacuna estándar, aunque estos son leves y temporales.

La influenza es un recordatorio anual de nuestra vulnerabilidad ante los virus, pero también de nuestra capacidad para protegernos y cuidar de quienes nos rodean. La frase de la Dra. Elvia Rodríguez Villalobos: “Cuando veas las banderas de México ondear, pon tu cuerpo a vacunar”, es más relevante que nunca. En esta época del año, donde los símbolos patrios nos inspiran, aprovechemos para tomar decisiones que fortalezcan nuestra salud y la de nuestras comunidades.

Hoy, al igual que hace veinte años, el mensaje sigue siendo el mismo: vacunarse es una responsabilidad personal y social. No dejemos que la influenza nos sorprenda. Hagamos de la prevención un hábito, protejamos a nuestros seres queridos y contribuyamos a una sociedad más saludable. ¡Ya está la vacuna en Guanajuato, no hagas desidia!

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