Guanajuato.- Fernando “El Toro” Valenzuela dejó huella honda en el beisbol guanajuatense y su fallecimiento fue muy resentido por su histórica participación con Tuzos de Guanajuato, cuando fue descubierto por Mike Brito.
La carrera en los diamantes del ‘Toro’ Valenzuela, quien es considerado el mejor beisbolista mexicano, tuvo época importante en sus inicios en Guanajuato Capital, cuando jugó la temporada de 1978 en la Liga Central, cedido por los Ángeles de Puebla, organización a la que pertenecía en la Liga Mexicana.
A la distancia su compañero de equipo de esa época en los Tuzos, el también lanzador Julián Ortiz Cuadras, quien se quedó a vivir en Guanajuato Capital hasta la fecha, recordó que coincidieron en las pruebas de Mayos de Navojoa y ahí los firmó Raúl Cano.
Nos reportamos con Ángeles de Puebla, para venir a Guanajuato en marzo de 1978. Llegamos con Tuzos que dirigía Alfredo Preciado, a los 17 años”, recordó Ortiz Cuadras, nativo de Los Mochis.
El formidable lanzador zurdo fue descubierto en esa campaña por el buscador de los Dodgers de Los Ángeles, Mike Brito, quien en visita posterior al parque Aguilar y Maya narró en entrevista con este medio, como se dio.
Brito no iba por ‘Toro’ Valenzuela
En esa ocasión jugaban la serie Silao, que era filial de los Tigres del México, ante Tuzos, y Mike Brito seguía al parador en corto Ali Uzcanga.
Cuando vi lanzar a Fernando me olvidé del short stop que iba buscando”, dijo Brito, en esa entrevista.
El scout cubano estableció que quedó impresionado al ver que Fernando recetó 12 ponches y lo reportó de inmediato a la organización californiana.
Aunque en esa ocasión Fernando fue el pitcher perdedor, en el segundo partido de la serie, donde Silao se impuso por 11-7 y recibió dos cuadrangulares, uno de ellos de Ignacio Luna, pelotero de Guanajuato Capital, también ya fallecido. En cambio Julián Ortiz ganó el otro partido, con los Tuzos triunfadores por 9-4, como los constatan los periódicos de la época.
Al final de la temporada Valenzuela ganó cinco encuentros y perdió seis, con promedio de efectividad de 2.23 en carreras limpias, pero se adjudicó el liderato de ponches con 91.
El equipo de Puebla era el dueño de su contrato y los Dodgers comenzaron las negociaciones con Jaime Pérez Avella, presidente de los poblanos. Ellos no estaban dispuestos a venderlo, pero le manifestaron a la organización angelina que en caso de decidirse ellos llevaban mano. Finalmente, el seis de julio de 1979 los Dodgers adquirieron su contrato pagando 120 mil dólares, de los cuales 20 mil fueron a la cuenta de Valenzuela.
“Fernando Valenzuela había terminado la campaña con Tuzos de Guanajuato y estaba listo para el debut en Liga Mexicana, fue prestado a Yucatán, equipo con el que iba a ganar el título de novato del año en la temporada 1978-79.
Pero mi reporte fue atendido por Dodgers y Al Campanis, presidente de la organización, viajó a Yucatán al año siguiente para ver en acción al joven serpentinero. Con los Leones ganó 10 y perdió 12, con una excelente efectividad de 2.49 y 141 ponches”, recordó en esa plática Mike Brito.
‘Toro’ Valenzuela dejó su marca en Guanajuato
Los guanajuatenses lamentaron su deceso y entre ellos el sacerdote José Aguirre Hernández, quien también fue parte importante en la estancia de Valenzuela en Guanajuato, informó que viene a oficiar misa en su memoria el martes próximo en el templo de La Compañía a las 17 horas.
“El Padre Pollo” como es conocido en el ambiente del beisbol, recordó que convivió mucho con Fernando, por lo que lo visitó algunas ocasiones en Los Ángeles, donde lo recibió amablemente.
Cuando estuvo en Guanajuato, lo apoyamos con comida y se iba conmigo a las misas a Yerbabuena”, señaló.
También guarda algunas anécdotas, como la ocasión en que se tomó una botella de su vino de consagrar y las “guacamayas” que le quedó a deber a Zenaido, un vendedor del estadio.