‘200 muertos por dengue hasta hoy, ¿por qué esperar?’

El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, está en aumento en México, con un alarmante crecimiento de casos en estados como Guanajuato. De acuerdo con datos oficiales, los contagios han escalado en los últimos años, incrementando también el número de muertes. La buena noticia es que si actuamos de manera conjunta, podemos combatir esta enfermedad de forma efectiva.

El dengue se transmite a través de la picadura del mosquito “Aedes aegypti”, infectado previamente. Sus síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolores corporales y sarpullido, los cuales suelen durar entre dos y siete días. En casos más graves se pueden presentar hemorragias internas, choque e incluso la muerte, especialmente en personas con infecciones previas, embarazadas, bebés y personas con enfermedades crónicas como diabetes o insuficiencia renal.

La alarma en números se da porque según el Sistema Especial de Vigilancia Epidemiológica de México, los casos han crecido de manera exponencial en los últimos tres años. Hasta la semana 41 de 2024, se registraron 46,115 casos de dengue no grave; 63,994 con signos de alerta y 2,572 graves, comparados con los 7,200; 5,061 y 410 de 2022, respectivamente. En Guanajuato, los casos de dengue no grave subieron de uno en 2022 a 1,202 en 2024, mientras que los casos con signos de alerta pasaron de cero a 3,437 en el mismo periodo. Estos números reflejan una crisis que no puede ser ignorada.

Varios retos en la lucha contra el dengue están a la vista queridos lectores: Los programas de control de mosquitos enfrentan importantes desafíos en grandes ciudades como León. La cobertura extensiva requiere recursos humanos y materiales significativos, algo difícil de lograr con presupuestos limitados y retrasados. Además, la diversidad de hábitats y ambientes, desde parques hasta áreas industriales, complican el control de criaderos de mosquitos. La resistencia a insecticidas por el uso prolongado de químicos también ha reducido la efectividad de las acciones de control, lo que demanda un enfoque más innovador.

Otro problema es el acceso limitado a ciertas propiedades privadas y zonas de difícil acceso, lo que dificulta la fumigación y eliminación de criaderos. La participación sostenida de la población, que en León alcanza los dos millones de habitantes, también es complicada debido a la alta migración y el constante movimiento de personas, lo que facilita la reintroducción del mosquito desde otras áreas.

Para enfrentar la alerta se requiere de coordinación y soluciones innovadoras. La lucha efectiva contra el dengue exige una mejor coordinación entre los tres niveles de gobierno y las instituciones de salud, con un enfoque en la capacitación adecuada de los profesionales de salud y una distribución equitativa de costos para la implementación a gran escala. La falta de resultados efectivos también requiere humildad por parte de los funcionarios, para reconocer errores y ajustar estrategias.

En respuesta a estos desafíos, se están desarrollando tecnologías y métodos innovadores. Por ejemplo, se han liberado mosquitos machos modificados genéticamente que producen descendencia no viable, reduciendo así las poblaciones de mosquitos. También se está utilizando la bacteria Wolbachia, que disminuye la capacidad del mosquito para transmitir el virus. Además, se emplean drones para mapear y tratar sitios de reproducción en áreas de difícil acceso, mientras que los sistemas de información geográfica permiten analizar la distribución de casos y factores de riesgo para diseñar intervenciones más efectivas.

En cuanto a la educación y participación comunitaria, se están desarrollando aplicaciones móviles para que los ciudadanos reporten criaderos y se está promoviendo el manejo integrado de vectores, que combina diversas estrategias adaptadas a cada región. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha respaldado estas iniciativas, enfatizando la necesidad de un control más efectivo y sostenible.

La situación del dengue en México no es simplemente un problema de salud pública, sino un llamado urgente a la acción. La combinación de esfuerzos gubernamentales, avances tecnológicos y la participación activa de la ciudadanía es fundamental para frenar la propagación de esta enfermedad. Mientras el clima continúe favoreciendo la proliferación del mosquito, será crucial mantener un control sostenido a largo plazo, acompañado de inversiones adecuadas y estrategias bien planeadas.

Estimado lector, la lucha contra el dengue es tarea de todos. Sigamos informados, actuemos con responsabilidad y exijamos a nuestras autoridades el cumplimiento de su deber en la prevención y control de esta amenaza. Juntos podemos proteger nuestra salud y la de nuestras comunidades. ¡A trabajar!

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