Con información de: Alejandro García y Javier Vargas
Guanajuato.- A pesar de los constantes visitantes que acuden en esta temporada a los coloridos campos de cempasúchil que hay en Guanajuato, actualmente no existe ninguna campaña estatal para aprovechar su potencial turístico.
Así lo señalaron pequeños productores de Comonfort, quienes cada año permiten que cualquier persona que quiera conocer sus cultivos y disfrutar de los paisajes para sesiones fotográficas lo hagan sin ningún costo.
A diferencia de cómo se han posicionado los campos de lavanda en Mineral de Pozos, de momento no existe algún programa de la Secretaría de Turismo e Identidad de Guanajuato que contemple fomentar visitas a estos lugares tan icónicos por el Día de Muertos.
Francisco Casas Colorado, quien tiene 10 años sembrando cempasúchil en Comonfort, considera que sí hace falta alguna autoridad que encabece la promoción de los campos de manera más formal.
“Cada año viene bastante gente porque somos muy reconocidos por nuestras flores, vienen las catrinas a tomarse fotos y videos, también alumnos de escuelas. Somos varios parcelarios, los dejamos entrar de buena voluntad, si alguien deja para el refresco está bien, pero no se exige, casi todos los dejamos pasar”, dijo para AM.
Si bien considera que las ventas de estas flores son estables, mencionó que los ayudaría mucho que alguna instancia coordine a todos los productores para tener ingresos extra de los visitantes.
Actualmente el área de Turismo del municipio solo realiza algunos esfuerzos locales para su promoción.
“La casa de la Cultura tiene algunos eventos programados ahí y a los turistas que vienen al municipio se les da la referencia para que visiten los campos y que conozcan el proceso de cultivo”, indicó Raúl García, promotor turístico de Comonfort.
Estado asegura que en Guanajuato casi no hay siembra de cempasúchil
La Secretaría del Campo de Guanajuato informó que no existen registros de la producción de flores como cempasúchil, nube, terciopelo y crisantemo, debido a que es mínima la cantidad que se siembra.
Aunque la entidad es una de las contadas en el país en las que florecen, principalmente en los municipios de Comonfort, Apaseo El Grande, Villagrán y Guanajuato capital.
Por lo que conocedores del sector opinan que existe un mercado turístico sin aprovechar ante la creciente popularidad del Día de los Muertos.
“Platicando con los productores, apenas se están abriendo a la idea de además de la venta de la flor, también generar un ingreso extra por las visitas, porque ellos solo piden para el chesco y que no maltraten los campos”, contó Tino Ángel Vargas, quien es un creador de contenido turístico de Guanajuato en su canal ‘Adventures44’.
Con su experiencia visitando otros sitios del estado, contempla que se podrían implementar experiencias como museos o exposiciones a precios módicos para impulsar más la llegada de visitantes.
En Salamanca empieza la venta de la flor
El singular color amarillo del cempasúchil ya matiza el ambiente en los días previos a la festividad de Día de Muertos. Como en años anteriores, Alberto Guerra ya se instaló sobre la calle Morelos, a la altura de la colonia San Pedro, para ofertar las flores que adornarán el sepulcro de “Todos Santos” y “Fieles Difuntos”.
Cempasúchil, mano de león, crisantemos, begonias y margaritas son algunos tipos de flores que la gente puede comprar para instalar los altares de muertos y para adornar los sepulcros.
La flor que Alberto oferta para Día de Muertos proviene de Xochimilco y Tlajomulco Estado de México, para este año tres macetas con esta flor cuestan 100 pesos, hay crisantemos de 40 y 80 pesos y el ramo de margaritas también se está comercializando en 80 pesos.
“La venta para el 1 y 2 de noviembre es por los difuntos que la gente visita en el panteón, pero la flor se comercializa desde ahora porque la gente acostumbra instalar altares en casa”, indicó el comerciante de flores.
La festividad de Día de Muertos es una de las tradiciones más arraigadas en todo el país y la expectativa es que la flor se empiece a comercializar a partir del lunes para adornar los altares de muertos que se instalan en las escuelas.
La gente conserva la tradición de llevar flores a sus difuntos y esperamos que nos vaya bien, es el primer día que estamos trabajando y la gente ya empezó a venir por flores”.
Tradición arraigada
Aunque no existe una fecha exacta para precisar cuándo nació la costumbre de adornar las tumbas con flores, se tiene conocimiento que el primer caso se documentó hace 13.000 años (alrededor del año 11.000 antes de Cristo). Desde entonces, esta costumbre se extendió en diferentes culturas y civilizaciones, desde Egipto hasta la India, pasando por la América prehispánica.
Las flores simbolizan festividad por su color y su aroma, el 1 y 2 de noviembre son la conexión entre vivos y muertos, inspiran consuelo y representan la belleza efímera de la vida.
¿Para qué se usa el cempasúchil en el altar de muertos?
Se tiene la creencia que para facilitar el retorno de las almas de los fieles difuntos a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas trazando el camino que van a recorrer.
En Moroleón vendedores reportan bajas ventas
En Moroleón con la cercana llegada del Día de Muertos, los ciudadanos consideran que el costo de la flor es justo aunque esperan que así se mantenga, pues señalan que días antes de la celebración aumentan el precio hasta un 50 %.
Actualmente la flor se vende en 100 pesos por tres pequeñas macetas, así como un pequeño ramo en 35 pesos, precios que son razonables a los comparados con años anteriores, que los consumidores señalaban que oscilaban entre los 70 y hasta 90 pesos por una sola maceta.
“Faltan todavía unos días para llevar las flores al panteón o ponerlas en el altar, pero ahorita está bien el precio, esta planta es la que más se identifica en esta temporada para adornar, yo creo que en años pasados estaba cara por la sequía y este año fue abundante y por eso bajó el precio”, expresó Patricia Lemus, ciudadana.
Pese a los buenos precios actuales en las florerías y de vendedores ambulantes, los mismos comerciantes señalan que la venta está muy baja, pues están batallando en sacar su mercancía, señalan que a lo largo de la semana no habían vendido ni el 10 % de su mercancía.
“Esta flor nos dura más de un mes porque la que tenemos ahorita todavía no termina de florecer, la vendemos barata y garantizamos que les va a durar en su altar o en la tumba de su ser querido un mes, pero no hemos tenido las ventas van empezando, esperamos que estos días se mejore la cosa”, manifestó Raúl Gómez, dueño de una florería.
Debido a que el cempasúchil no se da en este territorio y los vendedores lo adquieren de viveros en Ciudad de México u otros estados, los comerciantes señalan que es una inversión importante para poder generar un ingreso extra en estos días.
De los campos a los altares
J. Refugio Gómez Ramírez ha continuado con la tradición de las “Nieves Cuco” y también mantiene viva la costumbre de instalar un altar de muertos para honrar la memoria de sus familiares que han dejado este plano terrenal.
Este año, J. Refugio empezó a instalar el altar de muertos en los primeros días de octubre, poco a poco lo fue adornando con todo lo que le gustaba a sus seres queridos.
“Siempre trato año con año de cambiar la temática, pero representando un mismo fin, lo que es el altar de muertos para honrar a nuestros difuntos, que en este caso son mi señora madre Celia Ramírez, mi hijo Luis Enrique, mi padre Gilberto Gómez, mi tío Salvador Ramírez y mi hermana Rosa Martha”.
En el altar de las Nieves Cuco se puede observar a la muerte sentada junto a un bote de nieve, además está adornado con cráneos, catrinas, mascotas, velas y flor de cempasúchil.
J. Refugio también colocó fruta, sal, incienso y alfeñiques (enchiladas, gorditas, sopes, pozole, chiles rellenos, tamales, atole, galletas, agua, pan, churros, chocolate).
Alegría, recuerdos, tristeza, melancolía y respeto, es lo que siento, es lo que me invade cada que estoy poniendo el altar de muertos”.
El altar de muertos de las Nieves Cuco se ha convertido en una tradición para la gente que acude a degustar la nieve artesanal que se empezó a elaborar desde los años 1930 y que se ha convertido en un referente para los salmantinos y para las personas que visitan la ciudad.
JRL