El Maestro Miguel Montes García en 2001 escribió el artículo titulado El Juez, que dedicó a su hija Mónica Montes Manrique y a Hugo Bermúdez Manrique, entonces recién nombrados jueces federales. Esta es la segunda parte:

“Es una expresión común señalar que en cada sentencia debe realizarse el valor de la justicia, pero éste debe buscar la verdad y atarse a ella. Defenderla y hacer que prevalezca. La ley y la verdad son su meta y defensa. No hay casos pequeños si la justicia está de por medio. 

“En ocasiones la aplicación de la ley crea conflictos con aparentes contradicciones entre ésta y la justicia. Todas las leyes merecen la presunción de que son justas y en principio hay que acatarlas, porque justicia y seguridad no son valores excluyentes. Pero si en algún caso real la aplicación de la ley se riñe con el concepto de justicia, porque la norma atenta contra los valores humanos fundamentales, el buen juez no la aplicará y antes renunciará al cargo. Esta decisión extrema, delicada, sólo se tomará después de un profundo, sereno y prudente análisis.

“Solo quien tenga la conciencia de que el ejercicio de la judicatura constituye una digna esclavitud podrá cumplir con las altas responsabilidades que se aceptan cuando se protesta el cargo de juez. Si algún defecto denigra y daña a quien lo tiene y a la comunidad es el de mal juez.

“Todos los jueces tienen a su servicio un instrumento moderador de la regla general que servirá para mejor realizar el valor justicia: es la equidad. Aristóteles decía que la equidad es mejor que la ley porque sirve para moderar esta cuando, en un caso concreto, puede causar un daño no deseado. El ejercicio equitativo del derecho es la más alta responsabilidad de un juez.

“Cualquier desmesura puede ser lesiva para el buen desempeño judicial, incluso el trabajo inmoderado. El descanso racional es tan importante como el trabajo mismo y por eso debe disfrutarse de manera plena. La vida ordenada es condición para la buena impartición de justicia. Sin honestidad, prudencia, sabiduría, diligencia, mesura, estudio, sentido común y preocupación por la justicia no se llega a ser buen juez”.

Miguel Montes García. Ministro en retiro de la SCJN. (QEPD).

Al día de hoy, aquellos dos juzgadores federales a quienes dedicó sus conceptos el Ministro Montes, hace dos semanas fueron víctimas de la canallada de un grupo de Senadores, incluyendo a unos guanajuatenses, que con burlas y con el instrumento grotesco de una tómbola, fuera de razón, fueron elegidos por esa tómbola para dejar el cargo y someterse, si fuera su deseo, a una elección del partido morenista, con el cual no comulgan, por eso declinarán. Experiencia, preparación y sabiduría desperdiciada.

¿Tendrán los nuevos jueces, los atributos que menciona el Maestro Montes?

 

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