Con sus letras pícaras, divertidas y rimas frescas, Los Leones de la Sierra de Xichú llenaron de folclor y risas la Alhóndiga de Granaditas en la edición 52 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
Los juglares del noreste llegaron con todo el sabor del son arribeño a la Fiesta del Espíritu, pues durante todo el concierto hicieron que los cerca de 500 espectadores bailaran y rieran con las poesías.
El escenario lo compartieron con Pedro Manuel Alonso, José Yeray Rodríguez Quintana, Julia Rodríguez y Thania Gill, todos cantautores y trovadores de Canarias, cuyos versos fueron una muestra de la idiosincrasia del archipiélago del Atlántico.
Entre sus rimas hicieron que el público hiciera un viaje por la nostalgia de la dulce inocencia de la infancia, así como por las maravillas y vicisitudes de la vida. También sumaron a los presentes a la fiesta al pedirles frases para improvisar una canción.
Como es costumbre, Los Leones de la Sierra de Xichú trajeron a la Alhóndiga de Granaditas canciones que más allá de la sátira, fueron más bien una reflexión de corte social, como el papel de las mujeres en la sociedad, el uso de la inteligencia artificial, los migrantes y la vida en la Sierra Gorda.
A poco menos de una semana del Día de Muertos, no podían faltar las tradicionales calaveritas, sólo que bajo el nombre de calcas, los trovadores hicieron crítica a los gobiernos de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, Vicente Fox y hasta Carlos Salinas de Gortari.
Guillermo Velázquez, trovador de los Leones de la Sierra de Xichú, con su potente voz proyecta el carácter recio de los hombres del campo, transmitiendo la herencia de la sangre y tradición serrana a través de su música.
El huapango arribeño, un género del son mexicano que él representa, es una tradición de música festiva, poesía oral y baile zapateado, arraigada en una región de México que abarca la zona media de San Luis Potosí, la sierra de Querétaro y el Noreste de Guanajuato.
Lo distintivo y característico del trabajo de Guillermo Velázquez es la poesía decimal y, sobre todo, la función social del trovador que, junto con Los Leones, han revitalizado con imaginación creativa y dedicación diaria, convirtiéndola en un ejercicio contemporáneo de la antigua juglaría.
MGL