Oaxaqueñísimas arrasó con ovaciones de pie y aplausos tras una noche de música llena de sabor, baile y folclor en el penúltimo día del Festival Internacional Cervantino (FIC). 

Silvia María, Ana Díaz, Natalia Cruz, María Reyna y la Banda Femenil Regional Mujeres al Viento Florido ofrecieron todo un espectáculo en la Alhóndiga de Granaditas con un recital dedicado a la música mexicana y en especial a la oaxaqueña. 

Durante dos horas y media, las prodigiosas cantantes hicieron vibrar a los cientos de personas que se dejaron envolver por la sensualidad de sus voces y por lo sabroso de las cumbias istmeñas. 

Colorido, dinamismo, cultura y tradición oaxaqueña embelleció el escenario de La Alhóndiga.
/Foto: Cortesía FIC.

María Reyna y Ana Díaz interpretaron la Canción Mixteca tanto en español y como en diferentes lenguas indígenas, esto como una muestra de amor por sus raíces.  Luego la soprano María Reyna deleitó a los presentes con El Andariego, del compositor Álvaro Carrillo. 

El silencio reinó en la Alhóndiga de Granaditas cuando Silvia María cantó El Viajero, acompañada solo por el compás de dos guitarras, su voz únicamente se vio interrumpida en el último rasgueo de la guitarra, cuando los bravos resonaron por toda la calle. 

Durante dos horas el público capitalino vibró con la fuerza del folclor oaxaqueño. /Foto: Cortesía FIC.

Durante el concierto, los bailarines lucieron los trajes típicos de Oaxaca y completaron la fiesta callejera con una muestra del zapateado y los paliacates que danzaban en el aire. 

María Reyna es una soprano mixe que, a través de la fusión de diferentes ritmos, ha logrado llevar su voz a escenarios internacionales. Silvia María, en sus más de sesenta años en la música, ha luchado arduamente por la cultura de los pueblos y su reconocimiento artístico. Es considerada por la Unesco como Patrimonio Cultural Vivo. 

Ana Díaz ha fusionado ritmos como el jazz, blues, funk, cumbia, bolero, balada, pop, chilena y son, siempre con el orgullo de sus raíces oaxaqueñas. 

Natalia Cruz es todo un símbolo de resistencia, pues gracias a su origen zapoteco, toda su carrera ha estado en la búsqueda del rescate de la música istmeña, del son, la chilena istmeña, la cumbia istmeña, entre otros. Cruz canta principalmente en el idioma diidxazá. Ha sido representante de las lenguas indígenas y de la nación zapoteca en distintos escenarios de México. 

Y la Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido, bajo la batuta de Leticia Gallardo, comparte la vocación de llevar al mundo los ritmos oaxaqueños.

Silvia María, es considerada por la Unesco como Patrimonio Cultural Vivo. /Fotos: Cortesía FIC.

MGL

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