León, Guanajuato.- La habilidad y pasión de Pablo Hernández Cruz se refleja en cada pan de muerto que hornea en la panadería La Espiga.
Ha dedicado 19 años a elaborar tradicional y dulce manjar de Día Muertos.
Desde los 15 años Pablo se sumergió en el mundo de la panadería gracias a su hermano José, en su oficio ha trabajado en varias panaderías de León que le permitieron perfeccionar su técnica y desarrollar velocidad para trabajar. Consideró dedicarse a otra labor, pero el horno y la satisfacción de crear pan artesanal lo mantuvieron en el horneado.
En algún momento pensé en cambiar de rumbo, pero entre más aprendía, más me enamoraba de la panadería”, confesó Pablo Hernandez.
Y aunque a diario hace bolillo, elaborar cada pieza es un desafío y una oportunidad para expresar su creatividad.
El pan de muerto tiene un lugar especial en su corazón.
“Hubo veces que trabajaba de noche haciendo pan de muerto y si sentía un poco de miedo de estar solo o con algunos otros compañeros panaderos que no perdían oportunidad para hacer bromas y sacar sustos”, recordó entre risas.
Elaborar el pan de muerto es un arte que va desde el amasado inicial, que requiere de 30 minutos de dedicación; luego formar los huesitos y hornear de 15 a 40 minutos, dependiendo del tamaño de la pieza.
“A pesar de hacer cientos de panes al día, nunca me canso de probar uno recién salido del horno acompañado de un chocolate caliente”, agregó Pablo.
En la panadería La Espiga, ubicada en Paseos del Matra 101, en Paseos de la Cima, Pablo y su compañero Juan Salinas producen entre 700 y mil panes de muerto al día.
La temporada inicia en agosto, depende de los pedidos de los clientes.
La panadería no solo vende pan de muerto, también ofrece otras delicias como esferas y bastones navideños en diciembre con la misma receta de la tradicional rosca de reyes.
Dolce Paradiso
Desde hace dos años, Ariadna Trujillo elabora el tradicional pan de muerto como parte de su emprendimiento “Dolce Paradiso” que ahora se ha unido a esta tradición de Día de Muertos.
Ariadna, quien es especialista en elaborar postres, contó que aunque su emprendimiento comenzó solo con la venta de pasteles y galletas, durante estas fechas de Día de Muertos aprovecha para elaborar y distribuir el pan de muerto tradicional y relleno.
Vender pan de muerto ?es parte de mi emprendimiento, yo hago postres y en estas fechas aprovecho la temporada para vender pan de muerto. Solo trabajo con una cafetería llamada Eterno Café y vendo también a mis clientes personales”, comentó.
Para Ariadna, “este postre en especial es muy importante porque se relaciona directamente con una, de las que yo considero, tradición más importante del país. Es algo con lo que los extranjeros también nos relacionan y desde luego es algo muy importante”.
Desde el pan de muerto tradicional que vende a 35 pesos y los rellenos a 45 pesos, hechos con chocolate turín, mazapán, fresas con crema y queso con blueberries, son los que Ariadna distribuye para estas fechas, los cuales, según mencionó, comenzó a vender desde un mes antes y ahora espera para entregar los últimos pedidos.
Ariadna también comentó que el proceso de elaboración del pan de muerto es todo un arte, ya que empieza desde la compra de todos los ingredientes como son la levadura, el azúcar, la harina, la mantequilla, la naranja, la esencia y los huevos; hasta la mezcla y dedicación que invierte por más de 30 minutos para formar la figura y pasarlo al horneado final para que las familias puedan degustarlo en estas fechas.
Cabe mencionar que el pan de muerto es una dulce tradición que no falta en la mesa de las familias en estos días en los que se recuerda a los seres queridos que ya dejaron este mundo.
AM/AAK