Cuando las autoridades o la sociedad instauran un día para conmemorar, es para ayudarnos como sociedad para traer al presente, algunas realidades del pasado y que esto pueda contribuir a que en el futuro consideremos estos aprendizajes. A nivel internacional, el 9 de noviembre es el Día Internacional de la Adopción, así como en México el 9 de abril es el Día Nacional de la Adopción. 

En este espacio he consignado los datos mundiales y nacionales dados por la UNICEF que nos reflejan la terrible realidad de la orfandad, si esta considera la pérdida de alguno de los miembros parentales (madre, padre, abuelos, tíos) que son el sostén del menor. Son factores como las guerras, la violencia, los abusos, las violaciones de derechos humanos, las que provocan que los menores queden en orfandad.

Particularmente, cuando los menores pierden por completo sus redes parentales o han sido objeto de abusos por parte de los mayores, la Ley General de Niñas, Niños y Adolescentes contempla la obligación del Estado mexicano, de darles protección y los padres puedan perder la “patria potestad” y entonces, entran al sistema de adopciones y puedan así, puedan tener restituidos sus derechos a tener una familia. Pero esto lamentablemente no sucede así. La Ley, reformada en el año 2017 y 2019, incrementó los candados para proteger a los menores y a diferencia de otros países, donde los sistemas son “abiertos”, aquí lo cerramos más. Tanto, que, si antes era difícil adoptar a un menor, se hizo ahora casi imposible.

El Día Internacional y el nacional, buscan visibilizar la realidad de los menores que viven en casas hogar y que la sociedad se interese en la adopción, pues ahora, las familias jóvenes quieren adoptar perros y gastos y ya no a seres humanos. 

En México son más de 40 mil menores y en Guanajuato alrededor de 700 que viven en orfanatos y que no tienen el derecho a una familia. Por eso, al no tener voz, al no poder expresar lo que sienten y sufren, es un deber el que hablemos por ellos. Se requieren leyes más orientadas a incrementar la probabilidad de que sean adoptados y ese 60% que tiene ya más de 10 años -y que por tanto no tiene ya probabilidad y están esperando se cumplan los 18 años-, incremente sus capacidades para salir a la vida independiente, cuando deben salir del orfanato.

Por esa razón, la asociación civil “Familias de corazón”, que nos reúne a las familias adoptivas en nuestro estado, hemos elevado la petición a los representantes de las fracciones parlamentarias en el Congreso Local para que al igual que las legislaciones de avanzada como la de Jalisco y Nuevo León, puedan flexibilizarse y facilitar los procesos de adopción. Las propuestas que les hemos presentado, son las siguientes: 

1. Que al igual que en otras partes del mundo, los trámites para adopción de adolescentes (mayores de 12 años) tengan un tratamiento más flexible que la de los menores de 12 años, escuchándoles sobre su proyecto de vida, el orfanato que prefieren, para su inminente tránsito a la vida independiente facilitando formen redes de apoyo. 

2. Que aquellas familias que ya son adoptivas y que han pasado por certificados de idoneidad, tengan un tratamiento más sencillo para facilitar trámites y actualizar expedientes para una nueva adopción y no como ahora, que deben iniciar el proceso al igual que cualquier otra familia. 

3. Asegurar que en los procesos de adopción y de estancia en un CAS (Centro de Asistencia Social u orfanato), se asegure que sea escuchado el menor, pues en muchos casos los traslados a otros orfanatos se hacen contra su voluntad. 

4. Que la ley permita como en otros países, que se facilite la participación de familias adoptivas con la realización de redes de apoyo, lo cual ahora está prohibido actualmente en cuanto a la disponibilidad de los datos de las familias adoptivas 

5. Que los requisitos de un certificado de acogimiento sean más adecuados a la realidad pues en la actualidad se piden los mismos que en adopción y esto hace muy complicado que haya familias que quieran acoger a menores (familias temporales) 6. Que, dadas las estadísticas de pocas adopciones, se faciliten en general los trámites de adopción, siempre respetando los derechos de los menores. Sería maravilloso que en Guanajuato actualizáramos nuestro Código Civil, pues no hay algo que celebrar. 

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