Sao Paulo, Brasil.- Después de revelarse las condiciones en las que se encontraba Adriano en la favela Vila Cruzeiro de Brasil, el medio The Players Tribune acudió al lugar y también publicó una carta del exjugador.
En la misiva, Adriano acepta que sabe lo que es ser una promesa que no se cumplió y señaló que él fue “el mayor desperdicio del futbol”.
Me gusta esa palabra, porque estoy obsesionado con desperdiciar mi vida. Estoy bien así, es un desperdicio frenético”, escribió.
El exjugador aseguró que no consume drogas como muchas personas creen, no ha cometido crímenes, cuando pudo haberlo hecho; no va a los antros, pero sí está en el lugar donde nació y cada dos días bebe, “porque no es fácil ser una promesa que no se concretó”.
También detalló que recibió el mote de ‘Emperador’, algo que nunca entendió o se pudo explicar.
Lo único que busco en Vila Cruzeiro es paz. Aquí camino descalzo y sin camiseta, en shorts. Juego al dominó, me siento en el cordón de la calle, recuerdo mi infancia, escucho música, bailo con mis amigos y duermo en el andén. Solo quiero estar en paz y recordar mi esencia”, escribió.
Adriano aseguró que la muerte de su padre “le cambió la vida para siempre” y actualmente, es un tema que no ha podido resolver, pero cuando va por los callejones de la favela, lo ve y aunque Vila Cruzeiro “no es el mejor lugar del mundo, es mi lugar”.
El futbolista militó en clubes como Inter de Milán, Milán, Fiorentina, Parma y Roma en la Serie A de Italia. En Brasil jugó con los clubes Sao Paulo, Flamengo, Corinthians, Flamengo y Atlético Paranaense.
Con la Selección de Brasil, el exdelantero brilló en la Copa América 2004 y Copa Confederaciones 2005, en los que ganó la Bota de Oro, Balón de Oro y fue campeón. En 2006, jugó el Mundial de Alemania.