Guanajuato.- Funcionarios municipales y responsables de los Centros de Integración Juvenil defendieron el programa Planet Youth, aunque reconocieron que existen aspectos que podrían mejorarse. Sin embargo, en sus argumentos quedó claro hasta qué punto la estrategia se implementó sin directrices claras.
Manuel Aguilar Romo, regidor de Guanajuato capital y exdirector de Salud Mental del estado de Guanajuato, defendió la estrategia de Planet Youth, en la que estuvo involucrado, y aseguró que sí dio resultados.
AM publicó el martes que, con la promesa de establecer una estrategia para prevenir y reducir las adicciones, el Gobierno del Estado, encabezado por Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, gastó al menos 300 millones de pesos en la fallida implementación del modelo islandés de prevención de adicciones a través de la empresa privada Planet Youth.
EXCLUSIVA: Gobierno de Guanajuato gastó $300 millones en la farsa de Planet Youth
Aguilar Romo explicó ayer que el programa estaba diseñado para la prevención y no estaba dirigido directamente a los jóvenes, sino para beneficiar a los jóvenes a través del trabajo con los padres. “Con quien se debe de trabajar es con los padres”, afirmó.
Asimismo, señaló que las experiencias adversas, negligencias o desafíos incrementan la probabilidad de que los jóvenes consuman alcohol u otras sustancias. El programa, según él, permitía conocer ese porcentaje de riesgo a través de encuestas, pero el problema radicaba en que muchos padres no querían reconocer estas situaciones.
“Es un tema difícil de abordar, no es fácil. La gente, mucha gente, consideró que era para atender personas que consumían sustancias y no es así. El tema del consumo de las personas que ya están consumiendo es totalmente diferente, y eso lo maneja la Secretaría a través de los Cecosama (Centros Comunitarios de Salud Mental y Adicciones). La estrategia de Planet Youth es un proyecto de prevención universal”, explicó el exdirector de Salud Mental.
Cuando se le preguntó si considera necesario revalidar el programa, el regidor comentó que no ve la necesidad, ya que se puede implementar en los municipios con recursos propios.
En el artículo del AM dice que nosotros obligamos a los padres a firmar un acuerdo, no, no los obligamos. Nosotros llegamos, les presentamos los resultados y les decíamos, ‘de todo esto, ¿a qué te quieres comprometer?’”, añadió.
Es importante señalar que en los textos publicados por AM no se menciona nada semejante.
Pandemia evitó avances
En Irapuato, la Dirección de Salud no recibió recursos por parte del Gobierno del Estado para implementar el programa Planet Youth, informó Eduardo Tovar Guerrero, director de Salud. Señaló que no se requerían grandes sumas de dinero para llevar a cabo la estrategia.
Tovar Guerrero explicó que el programa comenzó en 2019, casi coincidiendo con el inicio de la pandemia, lo que dificultó la obtención de resultados.
“Esa situación generó que los tres primeros años prácticamente no pudimos avanzar y lo conozco operativamente porque yo estaba metido en esta situación de avanzar en los objetivos iniciales. Desafortunadamente, la pandemia nos limitó muchísimo, entonces en realidad las acciones se iniciaron hace tres años; estamos cumpliendo cinco años, pero los dos primeros no se pudieron avanzar”, comentó.
El director de Salud mencionó que la primera encuesta se realizó en 2020, y la primera comparativa hasta 2022, aunque los resultados evidentes fueron escasos.
La mejor muestra del avance son las encuestas del 22 al 24. Esto quiere decir que prácticamente tenemos dos años en una evaluación más precisa y son puntos porcentuales, 1 o 2 puntos porcentuales de mejoría y no en todos los rubros”, explicó.
Tovar Guerrero también señaló que Planet Youth comenzó como un programa de prevención de adicciones, pero hace tres años se modificó el enfoque. Aunque siguió siendo un modelo preventivo, se centró en la creación de entornos favorables para el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes, con la participación de la ciudadanía.
Este cambio en la estrategia no fue anunciado oficialmente ni registrado en otras partes.
Por su parte, Luis Miguel García Barbosa, director de los Centros de Integración Juvenil de Guanajuato, consideró que Planet Youth debe continuar, ya que es una estrategia efectiva.
Según García Barbosa, este programa ayudó a sensibilizar a la población sobre el hecho de que las adicciones son un problema de salud pública, lo que provocó que más personas se acercaran a solicitar ayuda para tratar su problema de consumo de sustancias.
El director también destacó otro resultado positivo: como institución, notaron un aumento en la demanda de sus servicios. Explicó que esto ocurrió porque “los papás se empiezan a dar cuenta de los factores de riesgo, de las problemáticas dentro de sus casas con sus adolescentes y eso los conlleva a ser más conscientes de la problemática y solicitar un servicio para atenderlo”.
El fracaso se veía venir, son culturas diferentes
Nicolás Pérez Ponce, director de la Red Estatal de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB), afirmó que ya se anticipaba el fracaso del programa Planet Youth.
“Desde que metieron este programa, nosotros estuvimos con Diego Sinhue, estuvimos en contra y se lo dijimos, supimos que no iba a funcionar, porque fue un fracaso en Monterrey, y sabíamos que no iba a funcionar debido a las diferencias culturales entre los países”, recordó Nicolás.
Añadió que en Islandia, las principales adicciones eran el alcohol y la marihuana, mientras que en Guanajuato las más comunes son el cristal y el fentanilo.
Son drogas muy diferentes, la cultura es diferente, y además, la economía también lo es. Son países muy distintos y la solución no puede ser la misma”, explicó.
En una charla con AM, Nicolás Pérez agregó que, en Islandia, el programa cuenta con el apoyo de las autoridades y la policía. Sin embargo, en México, “aquí no quieren dar rondines por los centros de rehabilitación, mucho menos van a andar detrás del adicto”.
“Y todavía dicen que ese programa es a futuro, que se reflejará dentro de 20 años, ¡no me frieguen! Imagínate qué drogas vamos a ver en ese entonces. Hace años dijimos que ya había entrado el fentanilo y no nos hicieron caso”, comentó.
De acuerdo con Nicolás Pérez, actualmente los jóvenes llegan a los anexos más trastornados, con infecciones en la piel y en los riñones. “Hace dos o tres años no llegaban de esta manera. Nos percatamos de que estaban mezclando el fentanilo con el cristal para hacerlo más adictivo. Aquí hay un problema mayor”, señaló.
Se estima que unas 7 mil personas son atendidas en los anexos adheridos al CRUB en el estado de Guanajuato.
Asimismo, Nicolás Pérez Ponce informó que la Red Estatal de Centros de Rehabilitación Unidos del Bajío (CRUB) llevó a cabo una campaña de prevención, control y tratamiento en escuelas, demostrando que antes de la llegada de Planet Youth, ya podían obtener resultados.
En los planteles educativos, el trabajo realizado permitió rescatar a estudiantes y padres de familia.
“Hubo escuelas donde los niños se nos acercaron, y a través de la plática nos decían: ‘ayúdenle a mi papá’. Logramos hablar con los directores para ofrecer pláticas a los padres. Después de las pláticas con los jóvenes, continuamos con los padres. Luego, la segunda plática fue con toda la familia. A los papás les dijimos: ‘date la oportunidad, tu hijo nos pidió ayuda’. Humanizábamos y concientizábamos a los padres, ‘arrímate, nada pierdes en escuchar una junta’, y mira que logramos rescatar a varias personas”, recordó Nicolás.
Afectó encierro arranque
Planet Youth dejó algo positivo: el concepto de trabajo colaborativo entre los sectores público, social y privado. Sin embargo, no pudo aplicarse correctamente, según Gerardo Abraham Bustos Rendón, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Celaya.
El programa, explicó Bustos, llegó en un mal momento, ya que el convenio se firmó en plena pandemia, cuando la gente permanecía en casa. Esto afectó la calidad de las muestras obtenidas, pues durante ese tiempo los jóvenes no asistían de manera presencial a la escuela.
“Llegó en un mal momento, recordando que se firmó el convenio cuando estábamos en plena pandemia, cuando todos estábamos en casa. Esto hizo que las muestras tomadas pudieran estar sesgadas, porque los chicos no estaban, en esa época, yendo presencialmente a la escuela”, detalló.
Además, los servidores públicos no recibieron suficiente capacitación sobre la importancia de trabajar de manera coordinada en estrategias preventivas, lo cual, según Bustos, fue otro factor que afectó la correcta implementación del plan.
“Ésta fue una de las principales áreas de oportunidad en la implementación de la estrategia; faltó sensibilizarnos como servidores públicos en el qué y el cómo de esa metodología de trabajo”, comentó.
Es importante recordar que el programa no se enfoca en intervenir directamente sobre los consumidores, sino en un proceso de prevención primaria que busca tener un impacto a largo plazo en las comunidades, reduciendo el consumo de sustancias entre los jóvenes mediante la creación de entornos saludables, según se detalla en la página de Planet Youth.
Bustos también consideró que en Celaya es necesario redoblar los esfuerzos en prevención, no solo a través de pláticas sobre los peligros de las drogas para los jóvenes, sino principalmente para los adultos.
Más que trabajar con adolescentes, hay que trabajar con los adultos, quienes tienen el poder de hacer cambios en su entorno familiar y comunitario. Por eso es importante capacitar a maestros, funcionarios públicos y padres sobre cómo abordar casos de adicciones”, expresó.
De igual modo, Bustos opinó que es necesario destinar más recursos a espacios donde se practiquen deportes o actividades culturales, lugares donde los jóvenes puedan hacer un buen uso de su tiempo libre, uno de los factores más influyentes en el surgimiento de las adicciones.
Con información de Eribaldo Gutiérrez, Alejandro Sandoval y Jansel Jiménez
LALC