El inmueble con el número 106 de la calle Primero de Mayo en el primer cuadro de Tulancingo, que por décadas albergó la Central de Delegaciones y Sindicatos de Obreros en la región, que tuvo sus albores a mediados del siglo XX, hoy se cae a pedazos, dejando atrás la importante historia de la bonanza que identificó la vida textil de este municipio y aledaños.

Fue una vecindad, oficinas de agrupaciones deportivas, de trasporte y en el amplio salón lo mismo se llevaron a cabo fiestas familiares, sociales que asambleas gremiales.

Desde hace varias décadas el líder de obreros es Jesús Vera Rodríguez quien además es el encargado de administrar el único estadio de futbol que hay en Tulancingo, al cual le han pasado los años carente de una verdadera rehabilitación.

Esto último es sin duda lo que le pasó a donde aún se lee el letrero de sus oficinas; mientras que, en el espacio de reunión masiva, en la entrada se cayó el techo por completo y al interior se puede ver la estructura de madera y láminas oxidadas.

AM Hidalgo hizo una investigación y no se encontró si la propiedad está protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

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