Por lo menos una persona en cada familia leonesa compró su vehículo en “Autos Chacho”, el establecimiento más reconocido en la ciudad y de eso estaba convencido su dueño Humberto González del Castillo González, quien falleció el domingo en la mañana, a los 81 años.
Desde su juventud hasta el último día de su vida, familiares, empleados y amigos lo consideraron un hombre muy alegre.
Por su deseo de siempre hacer deporte, sobre todo basquetbol, fue un hombre sano toda su vida; muestra de eso es que no falleció a causa de ninguna enfermedad sino por causas naturales.
Ayer a medio día sus más cercanos amigos y familiares se despidieron de él en Funerales Eternity y más tarde, con una misa de cenizas celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
Con sus 10 hermanos fue tan cariñoso que el día de su despedida todos los que aún estaban en la tierra lo acompañaron para darle el último adiós.
“Mis primos nos dicen a todos sus hijos, tu papá el ‘Chacho’ era una chulada, siempre nos echó la mano”, dijo ayer su hijo, Gerardo González del Castillo Silva.
Tenía 57 años casado con Beatriz Silva y el amor que se tenían lo demostraban en todas las reuniones cantando.
“Cantaban pero precioso, bonito, siempre estaban juntos, hicieron una pareja muy bonita, siempre basaron todo en el amor, respeto y cariño”, recordó su amiga Alicía Padilla de Padilla.
Beatriz Silva y Humberto González del Castillo tuvieron siete hijos: Martha, Humberto, Mauricio, Gabriela, Gerardo, Alejandro y Luis Ernesto.
Sus hijos lo evocan como un hombre “terriblemente” honesto, correcto y cariñoso.
“De jóvenes muchas cosas no las entendíamos pero vamos madurando y vamos entendiendo el valor que tiene la ética, la honestidad de la que siempre nos habló mi padre”, manifestó su hijo Gerardo, quien también recordó lo cariñoso que fue.
Tenía también siempre una sonrisa y una solución para los problemas ajenas.
“Hacía suyos todos los problemas, a veces ni siquiera eran de él, le decíamos pero papá ni siquiera es tu problema pero él lo hacía de él, tenía un corazonsote enorme como para que le cupieran todos los problemas”, aseguró Gerardo.
Inició hace 58 años su negocio de vehículos usados, con la convicción de que las empresas se impulsan con inspiración y no con números.
Sus hijos aseguran que su negocio floreció por la honestidad y por el trato cordial hacia clientes y empleados.
Don Humberto demostró toda la vida su gusto por los automóviles, una de sus marcas favoritas y el auto que se quedó en su cochera tras su partida fue un Mercedes-Benz.
“Estaba muy enamorado de los coches, le gustaba conocer su nueva tecnología”, recordó Gerardo.
Y este gusto era tan fuerte que lo heredó no sólo a sus hijos, sino que sus sobrinos, que también lo admiraban, encontraron en los vehículos un trabajo y una pasión y ahora sus sobrinos están en sucursales de las empresas Audi y Porsche.
Aurelio Martínez Veláquez, también vinculado al negocio automotriz, lo recordó como un hombre admirable por su capacidad de dirigir su empresa, pero también por unir a su familia a través del trabajo.
“Es una pérdida de alguien que fue gente de trabajo, fue un ejemplo de cómo somos los leoneses, porque estuvo enfocado a trabajar y a esforzarse”, dijo el actual regidor.
Señaló que “Autos Chacho” es uno de los lotes de vehículos usados más reconocidos en la ciudad.
“Fue alguien que en el giro estaba muy bien acreditado”, resumió Martínez Vlelázquez.
Descanse en paz don Humberto González del Castillo.
Humberto González del Castillo González
Deja un recuerdo imborrable en la comunidad leonesa, por su gran calidad como hombre de familia y empresario.