En cada mercado hay historias que se tejen durante semanas, incluso meses, pero que los aficionados ven sólo cuando los pases terminan por estallar, ya sea por una transferencia exitosa o por una negociación frustrada.
En mi caso, la verdad es que odio las novelas largas. Quienes han seguido mi trabajo, saben que no acostumbro publicar meras posturas de interés por tal o cual jugador y menos aquellos acercamientos que sé que no terminarán en nada, como cuando un club lanza una oferta ridículamente baja y no hay chances de que se concrete. Así que aunque sé del movimiento, prefiero no publicar para no confundir ni generar falsas expectativas.
No es que hoy vaya a romper esta postura, pero sí quiero dar luz en un tema que la afición de Pumas me ha pedido hasta el cansancio (basta ya de reventarme el Instagram, muchachos).
Por ello, vamos a contar exactamente lo que pasa con César Chino Huerta, la gran joya de la plantilla universitaria y uno de los prospectos más interesantes del futbol mexicano, ya titular con la Selección mayor en los últimos juegos.
Lo que pasará con el Chino Huerta
Partamos de algo cierto: César Chino Huerta tiene contrato con Pumas sólo hasta el 30 de junio de 2025 y hoy, cruzando diciembre, la postura del jugador es no renovar con los universitarios. El club buscó extender su vínculo para negociar con cierta tranquilidad pero el Chino optó por no hacerlo y entonces se consensuó una salida ahora que contemple dejarle dinero a la institución.
Con el club hay un acuerdo de palabra, casi de buena fe, para que Pumas lo ayude a salir en este mercado de pases de enero y que su destino sea Europa, en especial una de las ligas de lo que se conoce como el Big Five (Francia, España, Inglaterra, Alemania o Italia).
¿Cómo lo ayudará Pumas al Chino Huerta? Muy sencillo: Poniendo un costo mucho menor al que pedirían si quisieran venderlo en el mercado mexicano.
Digamos que si mañana llegara Rayados o Cruz Azul con un interés concreto por Huerta, Pumas bien podría sacar entre ocho y nueve millones de dólares, por más que el contrato del futbolista sea de sólo seis meses más con los felinos. En cambio, si el interés llegara de Europa, en especial de alguna de esas ligas, Pumas pediría mucho menos. Si bien el club no hablará de cifras, mi estimación ronda los 4 millones de dólares. Pero aquí hay varios obstáculos a considerar.
El primero es el alto salario del jugador. No esperen que el este servidor dé cifras de lo que gana cualquier trabajador, sea futbolista o vendedor ambulante. Si un club europeo de buen nivel llegara a preguntar por el Chino, tendría que igual su salario de mínima y segundo, pagar un traspaso por alguien que podría firmar como agente libre para el 1 de julio. Claro que aquí contará mucho el interés del jugador por cumplir ese sueño de llegar a Europa y además, no es cualquier sueño. Ya en el mercado pasado se recibieron ofertas concretas de Rusia y Grecia, pero el Chino las descartó al tener la mira en las ligas Top. Luego llegó la oferta del Liverpool, que pretendía pagar el pase y cederlo temporalmente al Sunderland.
Entonces sí que el Chino había aceptado la transferencia, pero todo se cayó cuando el técnico del Sunderland rechazó el préstamo del mexicano.
Así está hoy el panorama de Huerta, con las maletas listas para salir en este mercado invernal, contando con el apoyo de Pumas, pero con un interrogante que siempre existe: más allá de los deseos del jugador y de Pumas, el verdadero valor siempre lo pone el mercado. Y ahí es donde habrá que llegar a un equilibrio entre lo que quieren las partes para que la operación pueda cerrar. Esta novela recién comienza y queda mucho camino por recorrer.
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